Desde el Seminario Violencia y Paz, que coordina en El Colegio de México el académico Sergio Aguayo, se ha hecho un importante trabajo de investigación sobre el discurso de odio y su proliferación a través de las redes sociales. Los tiempos electorales, aunado al clima de polarización que se vive actualmente en el país, representan un caldo de cultivo para la aparición de grupos opositores tan radicales como los antagonistas a los que pretenden combatir.
El estudio Construcción del odio en redes sociales destaca la aparición de distintos grupos en las diferentes plataformas que el espacio digital ofrece. Uno de ellos, en Facebook, llamado Frente común anti-AMLO, es utilizado como ejemplo del extremismo con el que estos movimientos actúan y que representa un grave riesgo para la salud democrática del país y la propia estabilidad del Estado.
Con un incremento de más del 160 por ciento en su número de seguidores, este grupo se caracteriza por una rápida difusión de los mensajes que difunde y en los que se pueden observar insultos y amenazas en contra del presidente López Obrador.
“En México, las cámaras de eco de las plataformas digitales pueden propiciar la conformación de comunidades de odio toda vez que son una fuente para captar la atención de simpatizantes de políticos y partidos. Muchos de ellos guardan un silencio ominoso frente a discursos de odio y desinformación animados por el potencial beneficio que les puede redituar entre sus bases”, advierte el documento elaborado por Abraham Trejo y Gabriela Cruz, coordinados por Aguayo.
Cada vez es más evidente que, desde diferentes posiciones del actual Gobierno, del partido que lo llevó al poder y de grupos de seguidores, se alimenta un discurso en el que prevalecen la confrontación y la división. Pareciera que se trata de una estrategia para mantener confrontado al país en el ánimo de no perder el apoyo mayoritario que los llevó a la victoria de manera democrática y contundente en las elecciones federales de 2018.
Sin embargo, ello no justifica que la respuesta de quienes buscan representar una alternativa de Gobierno lo hagan desde el discurso de odio. No abona a la construcción del México maduro, cívico y tolerante al que millones de ciudadanos aspiramos.
Tan reprobables son las descalificaciones y el encono que se promueven desde el actual régimen como los son los insultos abiertos al actual Jefe de Estado.
De no cambiar el rumbo, pronto, muy pronto, estaremos en situación de haber lamentado no haber actuado como sociedad organizada y condenado este tipo de polarizaciones.
Segundo tercio. Nuevo León se juega el futuro. Desgastado por seis años por el experimento que ha sido el Gobierno del independiente Jaime Rodríguez surge otro riesgo en la figura del emecista Samuel García, quien peligrosamente comienza a pintar en los sondeos.
Tercer tercio. Los electores regios tendrán este mes de junio la enorme responsabilidad de cerrarle el paso a las ocurrencias y a la frivolidad. Nuevo León no aguantaría otros seis años de improvisación.
@EdelRio70