La última Fecha FIFA (como se le conoce a los partidos programados internacionales) causó controversia alrededor de Qatar, país sede del próximo mundial de fútbol en 2022. Esto ante las protestas de selecciones nacionales como Alemania y Países Bajos que exigieron respeto hacia los derechos humanos de los trabajadores migrantes tras darse a conocer las numerosas muertes de obreros producidas los últimos años en el país con motivo de la cita futbolística.
Durante los partidos de clasificación para Qatar 2022, las selecciones nacionales de Bélgica, Países Bajos, Noruega y Alemania protestaron contra los organizadores del torneo. Portando camisetas con el mensaje “HUMAN RIGHTS” (derechos humanos) jugadores y cuerpo técnico expresaron su rechazo contra la nación sede de la próxima Copa del Mundo por la muerte de 6 mil 500 trabajadores migrantes en la construcción de sus estadios desde 2010 a la fecha, según información recientemente publicada por el periódico británico The Guardian.
Esta no ha sido la única controversia que ha protagonizado Qatar 2022, pues, desde su anuncio como sede en 2010, se envolvió en polémicas sobre actos de corrupción. Tiempo después de que Joseph Blatter, presidente de la FIFA en aquel entonces, revelara que por vez primera un país de Medio Oriente sería anfitrión de la justa mundialista, se destapó el Qatargate, reportaje de investigación sobre sobornos de parte de los catarís para favorecer la elección del emirato.
De acuerdo con la investigación, el más alto ejecutivo de fútbol de Qatar hasta 2011 y presidente de la Confederación Asiática, Mohamed bin Hamman, pagó hasta 3 millones 600 mil dólares a unos 30 miembros de la FIFA para asegurar la candidatura. La investigación llegó hasta el punto en el que el mismo Michel Platini, ex presidente de la UEFA y figura del fútbol francés, fue detenido. Sin embargo, en 2014 el juez Hans Eckert determinó que las evidencias no eran suficientes y descartó cualquier acto de corrupción en la adjudicación de las sedes.
Por su parte, el seleccionado alemán y futbolista del Real Madrid, Toni Kross, expresó recientemente en entrevista sus motivos por los cuáles Qatar no debió ser anfitriona mundialista: “En primer lugar, las condiciones de los trabajadores (…) luego el hecho de que la homosexualidad esté penalizada (…) Y también que no es un país de futbol”, afirmó el campeón mundial del 2014.
Al respecto, la FIFA señaló que no sancionará a quienes protestaron a favor de los derechos humanos ni a quienes hicieron declaraciones abiertas (refiriéndose a Toni Kross): “La FIFA cree en la libertad de expresión y en el poder del fútbol para provocar cambios positivos”, explicó en un comunicado. Asimismo, el emirato asegura ser el país de la región que más ha hecho para mejorar las condiciones de los trabajadores.
Faltan 599 días para el inicio de la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022 y, con ello, uno de los torneos futbolísticos más polémicos, donde los problemas de su organización y abusos laborales han desplazado de la primera plana al deporte.
PL