Lisbán Correa Diablos Rojos
Foto: Cortesía: Diablos Rojos Correa es el último refuerzo foráneo de los Pingos, quienes van por su título 17 en la Liga Mexicana de Beisbol  

Después de anunciar la llegada de Lisbán Correa el 31 de marzo, los Diablos Rojos del México presentaron al guardián de la inicial de 34 años que apenas en la temporada que terminó en la Serie Nacional de Cuba se voló la cera en 28 ocasiones, lo que le valió la designación de Jugador Más Valioso.

En conferencia virtual y acompañado por el manager del equipo, Miguel Ojeda, así como por el presidente ejecutivo, Othón Díaz, el toletero caribeño se enfundo en el franela de la Pandilla Escarlata y expresó sus primeras palabras como nuevo jugador de la novena capitalina.

“Estoy muy feliz de estar aquí, estoy agradecido con la gente de Diablos que me han escogido para jugar con ellos. Me gusta jugar pelota con intensidad, eso me lo enseñaron desde Cuba y espero hacerlo aquí”, dijo Correa.

Algo que dejó sorprendido al cubano, fue el Estadio Alfredo Harp Helú, la casa de los Diablos Rojos que cuenta apenas con dos años de vida y que es un escenario impecable para jugar beisbol.

“Nunca había jugado en un estadio así. No me voy a querer ir de este campo”, añadió el primera base isleño, quien tendrá una brava competencia, pues Jorge Cantú, así como Japhet Amador serán quienes también busquen quedarse con la custodia de la primera almohadilla.

Correa es el último refuerzo foráneo de los Pingos, quienes van por su título 17 en la Liga Mexicana de Beisbol, la cual contará por primera vez con 18 participantes, y mantenerse como el equipo más ganador un objetivo primordial.

 

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