Para avanzar, la agenda fronteriza del presidente estadounidense Joe Biden debe librar primero otros conflictos diplomáticos relacionados con narcotráfico de alto nivel y con lo que la Unión Americana considera abusos de poder sobre instituciones como la Corte de Constitucionalidad de Guatemala, que atiende querellas constitucionales.
El primer ejemplo se vivió hace poco más de una semana, cuando la delegación que envió la Casa Blanca al Triángulo Norte evitó pasar por Honduras, pues de forma simultánea el hermano del presidente Juan Orlando Hernández era sentenciado en EU a cadena perpetua por tráfico de cocaína a dicho país.
Luego, este lunes la Casa Blanca comentó que existían acuerdos firmados con Honduras, Guatemala y México para que sus respectivos ejércitos cuidaran en sus fronteras el paso de las caravanas, lo que fue desmentido horas después por los países de Centroamérica, mientras que México precisó que mantendrían su presencia.
Posteriormente, EU alertó de un “debilitamiento en la independencia judicial de Guatemala”, luego que el Congreso excluyó de la juramentación para su Corte Constitucional a una jueza reconocida por su lucha contra la corrupción.
Y la esperada visita… a medias
Bajo presión mediática y republicana, la vicepresidenta Kamala Harris finalmente anunció ayer que visitará Guatemala y México, sin precisar fechas y descartando al mismo tiempo una parada en la línea fronteriza.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, urgió al Congreso de EU a aprobar el presupuesto solicitado por Biden para combatir la pobreza en Centroamérica.
FRASE
“Nuestro enfoque es tratar las causas fundamentales y deseo viajar. Espero que sea mi primer viaje al Triángulo Norte, parando en México y luego yendo a Guatemala”
Kamala Harris
Vicepresidenta de Estados Unidos
¿Caso Floyd?… la historia que se repite
Con el juicio contra Derek Chauvin en curso, ayer fue arrestada la mujer policía que disparó su arma contra un joven negro de 20 años de edad en la misma ciudad donde hace casi un año George Floyd fue asesinado por Chauvin, un agente blanco.
Son cargos de homicidio involuntario, y se anuncian en momentos en que Minneapolis es escenario de protestas por el caso Floyd. De ser hallada culpable, la policía Kim Potter pasaría hasta 10 años de cárcel.
La agente, de 48 años, renunció a la fuerza policial tras el incidente en el que alega haber confundido su Taser (pistola inmovilizadora) con su arma de servicio cuando disparó el domingo contra Daunte Wright, de 20 años, en un control de tráfico.
“Si bien apreciamos que el fiscal de distrito esté buscando justicia para Daunte, ninguna condena puede devolver a la familia Wright a su ser querido”, dijo el abogado de la familia, Ben Crump.
La muerte de Wright desató nuevas protestas en esta urbe del estado de Minnesota, entre tensión racial.
Más de mil manifestantes se enfrentaron a policías por tercera noche este martes, con más de 60 personas arrestadas tras los choques.
Otra disputa en la frontera… ¡de Ucrania!
El presidente estadounidense Joe Biden y la canciller alemana Angela Merkel pidieron ayer de forma conjunta a Rusia reducir tropas en la frontera ucraniana, ante el empeoramiento de la situación sobre el terreno.
En entrevista telefónica, los mandatarios acordaron pedir esa reducción de presencia militar en la frontera oriental de Ucrania hacia una “desescalada” de la situación, difundió la vocería de Merkel.
La acumulación en los últimos días de tropas rusas cerca de la frontera y en la península de Crimea -que Rusia se anexó en 2014-, genera inquietud en los países occidentales.
LEG