Ya no sólo basta dominar un idioma, ahora es indispensable estudiar la lengua china “para un futuro brillante”, pues además de obtener ventajas en el ámbito laboral, el país asiático se ha constituido como el segundo socio comercial de México, señaló la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Aunado a lo anterior, también se trata de una lengua poética, pues su cosmogonía hace alegorías y metáforas con alusión a la naturaleza; además de que los caracteres chinos son formas expresivas relacionadas con su cultura y la manera en cómo ven la vida los nativos de China.

El idioma chino es uno de los más antiguos y con el mayor número de hablantes por la cantidad de nativos del país asiático.

La UNAM refiere que, por lo general, “se piensa que aprender chino es complicado debido a que tiene variaciones de tonalidad y numerosos caracteres que se deben memorizar”, pero cada vez lo hablan más personas de diversos países a quienes les ha abierto nuevas posibilidades de desarrollo profesional, económico, académico y cultural.

El coordinador de Relaciones y Gestión del Centro de Estudios Mexicanos (CEM) UNAM-China, Edmundo Borja Navarro, apunta que la escritura china muestra el pensamiento y la forma de actuar de la sociedad de China, lo que permiten entender su forma de vida.

Como parte de los esfuerzos de la ONU para subrayar el significado cultural e histórico de cada uno de sus seis idiomas oficiales, a partir de 2010 se instituyó el 20 de abril como el Día de la Lengua China, con el objetivo de promover la diversidad cultural y el multilingüismo dentro del organismo.

La UNAM detalla que, según la leyenda del país asiático, ese día se conmemora en homenaje a Cang Jie, quien fue el primer inventor de los caracteres chinos hace unos cinco mil años, y quien trabajó junto con el Emperador Amarillo (Huangdi en chino).

Además, la fecha coincide con una festividad conocida en chino como “Guyu” o “lluvia de mijo” (cereales), la cual representa el sexto de los 24 periodos solares en los calendarios tradicionales lunares de Asia Oriental.

“Distintos autores chinos coinciden en que fue durante una época de mucha hambruna, pero al ver el esfuerzo y espíritu de Cang Jie al crear los primeros caracteres, el dios del cielo se conmovió tanto que hizo caer una lluvia de granos con la que la población logró alimentarse. A su vez, según el calendario lunar chino, esta fecha es la última etapa de la primavera que marca el final de ésta y el inicio del verano, que es cuando llegan las tan esperadas lluvias que dan inicio a una nueva temporada de cosecha”, explicó Edmundo Borja.

Como parte de los festejos, en la sede de la UNAM en China difundirá, a través de su página web www.china.unam.mx, una compilación de publicaciones bilingües (español y chino), con el fin de que mayor número de personas conozcan sobre esta fecha y tengan más interés por la lengua y la cultura.

LEG