Por: Juan Manuel Torres Esquivel
Esta semana se ha discutido en los medios de comunicación un tema muy relevante para quienes seguimos de cerca los temas de seguridad de la información. El Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil ha dado mucho de qué hablar principalmente por las dudas que genera el uso que el Gobierno dará a los datos de los mexicanos. Este tema no es un dato que se pueda pasar a la ligera principalmente porque existe el antecedente del Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (RENAUT), mecanismo mediante el cual terminaron los datos de millones de mexicanos a la venta del mejor postor.
Hace 10 años este fue un escándalo nacional, con todo y que no se trataba de registrar datos tan sensibles como los que hoy se planea recopilar en el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil. En esta ocasión los datos biométricos de todos los mexicanos estarán en manos de las autoridades mexicanas y esto ha puesto a dudar a más de uno por el destino de los mismos. La primera duda que surge es principalmente por el amargo recuerdo del fracaso del RENAUT y la vulneración y venta clandestina de las bases de datos de los mexicanos.
Por otro lado, existen cuestionamientos de organizaciones como Human Rights Watch (HRW) en el sentido de que esta exigencia representa una grave violación a la privacidad de las personas. Una entrega de los datos biométricos de las personas no tendría porque estar sujeta a la negación de un servicio que asimismo es un derecho básico para las personas.
Uno de los temas más polémicos de esta nueva legislación es que la ley no otorga mayores recursos al Instituto Federal de las Telecomunicaciones (IFT) para evitar que exista una vulnerabilidad a nuestros datos ¿Qué confianza le puede dar a los usuarios de telefonía móvil de entregar sus datos biométricos? Cuando en aras de la “austeridad” no se le otorga un solo peso más para proteger éstos ¿Dónde piensan los operadores de este nuevo registro que el IFT guardará datos tan sensibles sin tener recursos adicionales? ¿Qué seguridad podrán tener los mexicanos que sus datos serán cuidados con responsabilidad cuando no se asigna ni un solo peso a la seguridad? En temas de seguridad informática los “ahorros” normalmente terminan en tragedias, por unos cuantos pesos las organizaciones arriesgan su reputación y la información que está en sus manos.
Existe a mi parecer un falso debate sobre la privacidad de los datos de los mexicanos. Dado a que nuestros datos ya los tienen otras empresas y otros gobiernos, no hay nada que debamos preocuparnos. Lamentablemente este argumento deja de un lado que esas empresas que tienen nuestros datos, no los han puesto en manos de los criminales. Asimismo, los datos que ponemos a disposición de otros gobiernos como cuando llegamos a un aeropuerto, tampoco terminan en venta online. Y aquellas empresas que han sido irresponsables en el manejo de los mismos, como Facebook, han tenido que rendir cuentas ante la ley ¿Quién rindió cuentas por el pésimo manejo de los datos de los mexicanos con el RENAULT o cuando un partido político subió a Amazon los datos del padrón? ¡Nadie! ¿A qué controles se sujetarán los responsables del Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil?
De acuerdo con datos del Banco de México, nuestro país es el segundo país de América Latina en robo de identidad y el octavo a nivel mundial. De igual manera la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (CONDUSEF) el costo del robo de identidad en México fue de 2.9 mil millones de pesos.
Con tantos riesgos y omisiones en el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil estos costos podrían incrementarse y lamentablemente son costos que tendrán que pagar los usuarios de telefonía móvil. A diferencia del robo de identidad en los servicios financieros, los costos no serán únicamente de carácter económico, aquí lo que está en juego es incluso la libertad de las personas. Pues de acuerdo con el mandato de la ley, los dueños de teléfonos que incurran en delitos podrán ser perseguidos por la justicia.
El Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil representa grandes riesgos no sólo para la privacidad de los mexicanos sino para la seguridad de los mismos. Este mecanismo buscaba brindar seguridad a los usuarios sin embargo todo apunta a que será lo contrario. Sin una estrategia de ciberseguridad adecuada, sin los recursos necesarios para las instituciones que son responsables de resguardar los datos de los mexicanos estos datos estarán a merced de la criminalidad. Ojalá este padrón sea revisado nuevamente y en caso de que se quiera seguir implementando, tenga los ajustes necesarios que brinden certeza a los usuarios de que el Estado Mexicano resguardará los datos de todos nosotros.
AR