Al ver que no alcanzaron candidaturas los morenistas, desesperados por vivir del presupuesto, muchos de ellos sin experiencia quieren entrar con calzador a las administraciones que tienen seguro el triunfo electoral.
A lo largo y ancho del país comienza a expresarse un fenómeno morenista de quienes dicen tener derechos para ocupar cargos en la administración pública, ya sea porque fueron a marchas, cargaron mantas, encabezaron una manifestación, sostuvieron un plantón o simplemente porque votaron por su partido.
Esta actitud indigna no sólo a los candidatos que reciben notificaciones de su partido sugiriendo personas para sus cargos de confianza, cuando en muchos casos no cubren el perfil ni experiencia administrativa tienen, pero como si se tratara de una dinastía quieren que se les pague una factura que ellos creen que existe con un puesto de importancia en alcaldías y otros puestos de elección.
En el caso de las presidencias municipales les llueven a los candidatos propuestas, cartas, llamadas del partido a nivel municipal, estatal o nacional con nombres que nunca había escuchado el candidato para formar parte de su gabinete cercano. Esto sucede sobre todo en los lugares donde prácticamente tienen la certeza de que el triunfo electoral les favorecerá.
Un caso muy sonado es el de Poza Rica, donde la encuesta de Morena favoreció de manera contundente a Fernando Remes, El Pulpo, excelente exjugador de beisbol, un short stop fuera de serie, que le valió ese apodo. Ahora es un próspero empresario que fue seleccionado para rescatar a esa ciudad petrolera.
Ante las expresiones de admiración de los habitantes de Poza Rica, y la muestra de que no es necesario levantar encuestas para saber que será el ganador el 6 de junio, surgieron personajes de varios lugares del estado de Veracruz, incluso de otras entidades, a ofrecer sus servicios como secretarios de Finanzas, Obra Pública, Protección Civil, Seguridad, personas que el candidato morenista no conoce: se presentan con una historia fantasiosa de militancia pero no de eficiencia ni de experiencia en cargos similares, por el simple hecho de considerarse dignos de vivir del presupuesto.
La sorpresa se ha vuelto indignación en la gente de Morena que con su trabajo logró conquistar a la población, ganar en la encuesta y pelear por el triunfo electoral, como para que un grupo de oportunistas llegue a sentarse con la mesa puesta a desempeñar una labor que desconocen y que lejos de ayudar al candidato estarían perjudicando su labor ante la falta de conocimientos.
En lugar de dar los espacios al candidato para que se concentre en la campaña, impulsan su propia imagen sin más sustento que el gusto de vivir del presupuesto. Consideran que los cargos públicos se logran por escalafón, es algo que los militantes de los partidos deben conocer, porque no basta con asistir a la entrega de propaganda para obtener un cargo en la administración que apoyaron. Es necesario conocer el cargo para superar a su antecesor y darle brillo a su candidato aún después del triunfo. Es decir, cuando esté en funciones, dentro y fuera de la administración pública. Esos son los verdaderos militantes.
PEGA Y CORRE. – Es tiempo de mirar hacia el sur, por lo que continúa el acercamiento de los países del continente con México, Alejandro Giammattei, presidente de Guatemala, visitará México el próximo lunes para tratar el tema migratorio… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
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