Dos visiones se oponen en el tema de la regulación de las redes sociales, y más tratándose de un Presidente… y más si es el de Estados Unidos.
Aunque la decisión ya se tomó, chocaron los argumentos relacionados con evitar la difusión de mensajes de odio que pueden representar un riesgo social por incitar a la violencia, y los que defienden la libertad de expresión contra todo, especialmente en las grandes democracias del mundo.
De ahora en adelante, el exmandatario Donald Trump tendrá que ceñirse a las declaraciones escritas y las apariciones en los medios para recaudar dinero y difundir sus mensajes; las redes sociales no serán una opción.
Y es que la decisión de la Junta de Supervisión de Facebook de mantener la prohibición de la cuenta del republicano priva al millonario de un altavoz de largo alcance y una máquina eficaz de recaudación de fondos, elementos fundamentales para las campañas que respalda hacia las contiendas del Congreso en 2022 y, quizás, las de 2024, en una segunda carrera presidencial.
“Si decide volver a postularse en 2024, le resultará difícil montar una campaña online barata, como lo ha hecho en el pasado”, opinó a USA Today Jennifer Mercieca, especialista en comunicación en la Texas A&M University.
LEG