La jugadora australiana de basquetbol, Liz Cambage, anunció que sí participará en los Juegos Olímpicos de Tokio tras haber amenazado con no hacerlo después de denunciar la falta de diversidad racial en las fotos de uno de los patrocinadores de la delegación olímpica australiana.

“Jugaré con mis hermanas, con las que juego desde que soy pequeña y lo haré por todos esos jóvenes de color que nos observan desde Australia”, escribió la jugadora de 29 años en Instagram.

La jugadora de Las Vegas Aces de la liga femenina estadounidense (WNBA), hija de una australiana y un nigeriano, pareció insinuar lo contrario el viernes cuando denunció la falta de diversidad racial en una sesión de fotos que la marca de ropa deportiva Jockey, patrocinador del equipo olímpico australiano, realizó unicamente con atletas blancos de ese país.

“COMO PUEDO REPRESENTAR A UN PAÍS QUE NO ME REPRESENTA #whitewashedaustralia”, escribió en Instagram la pivot de 2,03 m que fue bronce con su país en los Juegos de Londres en 2012 y participó en los de Río 2016.

“Hasta que no hagan algo, no participaré”, advirtió a su selección la jugadora en esa misma red social.

Liz Cambage también atacó otra foto de la delegación australiana con diez atletas australianos, de los cuales solo uno, el jugador de rugby Maurice Longbottom, es aborigen: “los falsos bronceados no sustituyen a la diversidad”.

“Los atletas propuestos a Jockey podrían haber reflejado mejor la rica diversidad de atletas que representan a Australia en los Juegos”, afirmó el Comité Olímpico australiano, que sin embargo se mostró “orgulloso de sus resultados” en cuanto a la promoción de “la igualdad de sexos y de toda forma de diversidad”.

La denuncia de Cambage provocó división de opiniones en Australia, entre quienes aplaudieron su gesto y quienes lo criticaron, como el tenista Todd Woodbridge que la acusó de “faltar al respeto” a los otros atletas.

LEG