Un año después del inicio del confinamiento por la pandemia de la Covid-19 en México, las cifras de las personas desocupadas dejan ver la peor cara de la crisis económica.
El número de personas ocupadas, con una labor remunerada en México, durante el primer trimestre de este año en comparación con el primer trimestre del año pasado fue menor en 2.1 millones de personas.
Esta cantidad es tomando en cuenta a las personas que tienen deseos de trabajar, pero simplemente no encontraron ninguna actividad remunerada. Porque hay otra cifra que también muestra el tamaño de la crisis social.
La población económicamente activa pasó de 57 millones al cierre del primer trimestre de 2020 a 55.4 millones hasta marzo pasado. Esto significa que 1.6 millones de personas de plano se cansaron de buscar trabajo y por lo tanto ya no se reportaron dispuestos a ello.
Estos son los datos que demuestran que sí hicieron falta apoyos gubernamentales a las empresas más pequeñas y a los trabajadores de menores ingresos. Es la evidencia de que no se trataba de rescatar a las grandes compañías, sino a estas millones de personas que pudieron conservar la fuente de empleo a través de un subsidio temporal.
Evidentemente que la pandemia y el confinamiento se cobraron más cierres de empleos en el sector servicios. El sector comercio perdió 712 mil personas ocupadas y los restaurantes y servicios de alojamiento dejaron de emplear a 656 mil personas.
Se reporta en esa comparación del primer trimestre del año pasado al primero de este año, 924 micronegocios menos.
Había hasta marzo pasado 7.3 millones de personas que tienen alguna ocupación remunerada, pero que tienen tiempo y necesidad de tener mayores ingresos. Fueron 2.7 millones más de trabajadores en esa condición en comparación con los que había hasta marzo de 2020.
Son los números de la crisis donde más duele, en la capacidad de una persona de llevar ingresos a su hogar para la supervivencia.
Son también los datos de la peor parte de la pandemia. Porque ese repunte de casos que se dio al inicio de este año extendió la crisis para millones de familias.
Claramente, durante esta primavera las actividades económicas comerciales se han incrementado de forma notable, esto puede hacer que mejoren los datos de la desocupación.
Solo que tanto tiempo sin ingresos para tantas personas debe dejar una huella en otros indicadores, como por ejemplo en las mediciones de pobreza.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social estima que la pobreza en México habría aumentado entre 9 y 10 millones de personas que habrían descendido por debajo de la línea de pobreza por ingresos.
No es un asunto de aumentar los programas asistencialistas del Gobierno federal, es la necesidad de procurar que la economía vuelva a crecer para que se recuperen esas actividades remuneradas que se perdieron por la pandemia.
@campossuarez