Pirates
Foto: Cortesía Cubs El juego entre Cubs y Pirates de este día será recordado por la serie de pifias que tuvieron los peloteros de Pittsburgh en una jugada a la defensiva  

El juego entre Cubs y Pirates de este día en la Major League Baseball será recordado por muchos años por dos cosas: la habilidad e inteligencia de Javier Báez, segunda base de Chicago; y la serie de pifias que tuvieron los peloteros de Pittsburgh en una jugada a la defensiva que era el out para terminar la entrada.

En la parte alta del tercer inning, Javier Báez bateó una rola sin mayor peligró hacia la tercera base, donde Erik González, el tercera base filibustero la capturó y envió la pelota hacia primera, donde comenzó el penoso espectáculo.

Will Craig, guardián de la primera base, capturó el envío lejos de la almohadilla en lugar de sacar el out de trámite. Báez de manera inteligente no llegó a la inicial y retrocedió rumbo a home paulatinamente, mientras Wilson Contreras, quien se encontraba embalado en la intermedia, recorrió el resto del diamante hasta el plato. Craig no decidió a tiempo ir por Báez y optó por dar la pelota a Michael Pérez, catcher que no tuvo tiempo de sacar a Contreras en home.

La jugado apenas empezó ahí, ya que con la incredulidad de los peloteros de Pittsburgh, el de Chicago emprendió la carrera a primera, donde no había nadie. Pérez lanzó la pelota a Adam Frazier, segunda base filibustero que iba en carrera a primera para sacar el tercer out, pero no capturó la pelota, a su vez que Báez se barrió para alcanzar la almohadilla.

El show no se detuvo ahí. Ante el error en la atrapada, el cocho de primera indico al boricua que podía correr a segunda base, lo que no se pensó dos veces y dio un último sprint para alcanzar a salvo la intermedia. Por si fuera poco, el envío de la pelota desde el jardín derecho por Polanco no fue atrapado por el jardinero central Bryan Reynolds, lo que habría propiciado otro robo de base si no hubiese estado González para hacerse por fin de la blanca.

Los jugadores en el dugout de Chicago estaban efusivos e incrédulos por la jugada que Javier Báez deja como un recuerdo inolvidable en el PNC Park, casa de los Pirates, donde tampoco los locales la olvidarán en un buen rato.

Los Cubs se llevaron el triunfo por 5-3 para mantener el primer lugar de la División Central del Viejo Circuito junto con los Cardinals.

 

 

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