La incertidumbre gira alrededor de los eventos deportivos de este verano ante la posible cancelación de los Juegos Olímpicos (JJ.OO) de Tokio y la Copa América en Argentina, esto a causa de los rebrotes de Covid-19 que se viven actualmente en esas regiones.
En Japón, se presentaron protestas en contra de la realización de las Olimpiadas durante todo mayo. Los manifestantes nipones exigen el aplazamiento o cancelación de la justa deportiva la cual se inaugurará el 23 de julio, argumentando que la crisis por coronavirus que atraviesa su país podría agravarse en caso de que se celebren.
El país oriental se encuentra en estado de emergencia desde el 25 de abril, y aunque originalmente el gobierno japonés había planeado que este tercer estado de alerta durara hasta el 11 de mayo, debido al vertiginoso aumento de contagios en el país, se tomó la decisión de extenderlo hasta el 31 de mayo.
La crisis sanitaria ha puesto en jaque al sistema hospitalario japonés y el plan de vacunación avanza con lentitud, pues tan sólo 3.5% de 126 millones de habitantes han sido vacunados, según cifras oficiales.
Asahi Shimbum, uno de los diarios más leídos del país y patrocinador oficial de los Juegos, se manifestó en contra de la realización de JJ.OO y exhortó al gobierno nipón a replantear su decisión acerca de la organización del evento. A la vez, criticó la insistencia por parte del Comité Olímpico Internacional (COI) de proseguir con las Olimpiadas e ignorar las demandas de la población japonesa. Pues de acuerdo a la última encuesta realizada por Asahi Shimbum, publicada el lunes 17 de mayo, 83% de los japoneses considera que los Juegos de este verano no deberían seguir adelante.
En Sudamérica ocurre una situación parecida. La Copa América de la CONMEBOL, que tiene planeado celebrarse el próximo 11 de junio en territorio Argentino, corre el riesgo de aplazarse, cancelarse o ser reorganizada en otro país. Pues desde el sábado 22 de mayo, Argentina se encuentra en un nuevo confinamiento estricto debido a la alza de contagios en el país.
Este nuevo periodo de confinamiento que, tentativamente, permanecerá hasta el 30 de mayo, restringe aún más actividades que el ordenado en marzo de 2020. De hecho, el propio presidente de Argentina, Alberto Fernández admitió que están pasando por “el peor momento de la pandemia”.
Esto debido a que el país del tango sufrió un aumento acelerado de casos de covid-19, alcanzando un promedio diario de 30 mil contagios y 500 decesos; lo que lo coloca como el segundo país con mayor porcentaje de contagios: 54 casos por cada 100 mil habitantes, de acuerdo a la Universidad John Hopkins.
A pesar de ello, el gobierno argentino sostiene que son aptos para albergar en solitario la competición –recordando que a Colombia, país con el que compartiría el torneo, le quitaron la sede a causa de la crisis social que atraviesa–. Esto, ante los rumores sobre que la CONMEBOL trasladaría la justa futbolística a Estados Unidos.
Alberto Fernández se reunió esta semana con Alejandro Domínguez, presidente de la CONMEBOL, para presentarle un nuevo protocolo con el objetivo de realizar la Copa América completamente en territorio argentino. La confederación analizará el protocolo de salud, su principal preocupación, y tomará una postura oficial en los próximos días.
Al momento, la única competición veraniega que se mantiene firme y avanza hacia su inauguración sin complicaciones es la Eurocopa que albergará 11 naciones diferentes, entre los que se encuentran Inglaterra, España e Italia, tres de los países europeos más afectados por la pandemia meses atrás.
Tanto en Japón como en Argentina, el futuro de los eventos deportivos de verano es incierto, pues a pesar de la insistencia del COI y el gobierno argentino por continuar con las competiciones, aún se pueden echar atrás estos proyectos. Todo dependerá de lo que decidan las autoridades japonesas y los miembros de la CONMEBOL. Cualquiera que sea la decisión, causará polémica.
PL