Las previsiones de crecimiento de la economía mexicana por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Banco de México (Banxico) son demasiado optimistas, ya que el entorno económico del país se mantiene “complejo”, principalmente por la falta de inversión productiva, consideró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Y es que en días recientes, la SHCP modificó su expectativa de crecimiento de 5.3% a 6.5% para este año, mientras que el banco central pronosticó que, en el mejor escenario, la economía mexicana podría repuntar hasta 7%.
El CEESP agregó que si se toma como “recuperación” alcanzar el dinamismo del Producto Interno Bruto (PIB) del 2018, ya que en el 2019 éste registró una baja, desde esta óptica la recuperación es modesta en cuanto a su rapidez, lo que evidencia un manejo deficiente de la crisis sanitaria del Covid-19 como lo han apuntado diversos observadores.
Refirió que, a diferencia de Estados Unidos o Canadá, estos países alcanzarán su nivel de PIB potencial en 2022, a lo que añadió, que la recuperación en otros países es probable que esté asociada con los apoyos vía transferencias directas a la población afectada por la pandemia, adecuaciones presupuestarias y políticas crediticias para empresas, entre otras alternativas.
Sin embargo, esta situación es diferente en México, agregó, ya que si bien, la economía mexicana sí ha mostrado señales de recuperación, el entorno seguirá siendo complejo sin inversión productiva, que es el gran ausente de los factores que requiere el país para recuperarse sólidamente y aspirar a tasas de crecimiento mayores a las observadas en años anteriores, “que han sido decepcionantes”.
“Para una verdadera recuperación es imprescindible que la inversión productiva se reactive y crezca. Ello requiere forzosamente una actitud positiva frente a la inversión privada, así como proyectos de inversión privada, así como proyectos de inversión pública rentables socialmente y que faciliten la actividad económica”, indicó.
LEG