Ginebra es una de las ciudades más importantes a nivel mundial por considerarse un referente universal de la paz.

Fue en esta ciudad, rodeada de las montañas de los Alpes, donde tuvo lugar la sede de la Sociedad de Países, fundada en 1919 como respuesta a la Primera Guerra Mundial y precursora de la actual Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Ubicada al norte de Suiza y en frontera con Francia, esta pequeña ciudad de menos de 200 mil habitantes también alberga la sede de la Cruz Roja desde su fundación, en 1863, así como de otras 37 organizaciones internacionales y alrededor de 700 Organizaciones No Gubernamentales (ONG).

Todo esto le ha valido a la ciudad el apodo de “Ginebra internacional” y títulos en discursos como “La capital de la paz”. ¿Pero a qué se debe este reconocimiento? La paz vivida en Ginebra, y en general en toda Suiza, es gracias a la Neutralidad perpetua, política adoptada en 1815 y con la cual el país se comprometió a mantenerse neutral ante cualquier conflicto armado. A la par le garantiza que su territorio no será atacado.

A estos hechos de diplomacia y paz internacional se sumó recientemente la reunión que mantuvieron en esta ciudad el mandatario ruso, Vladimir Putin y el recién electo presidente demócrata de los Estados Unidos, Joe Biden, hecho histórico al hablar de dos potencias que han vivido en constantes conflictos ideológicos y militares por varias décadas, así como recientes tensiones, las más graves desde los 90s.

El antecedente más cercano a un diálogo diplomático que habían mantenido ambos países fue en 2017, cuando el expresidente republicano Donald Trump se puso en contacto vía telefónica con Putin, ambos calificaron dicho diálogo de prolífico y como un paso para mejorar la relación entre los países, sin embargo, la relación decayó cuando la Unión Americana bombardeó una base militar en Siria que albergaba soldados rusos.

LEG