El nuevo ciclo de presiones sobre México por la presencia de las fuerzas armadas en actividades antes civiles tiene dos contextos que merecen esclarecerse:

1.- Las Fuerzas Armadas mexicanas hicieron la Revolución, definieron el contenido social de la Constitución, consolidaron el enfoque de la soberanía como eje del Estado y su seguridad nacional y de manera cívica y unilateral se separaron de las actividades de poder político institucional en 1946.

2.- Las Fuerzas Armadas de EU son el eje central del enfoque militar ideológico y de seguridad nacional del Estado estadounidense. Tan su papel es central, que el presidente Joseph Biden designó a un recién retirado general como secretario de Defensa, un cargo que desde 1951 ha tenido titulares civiles. El nuevo general secretario de la Casa Blanca define el modelo de militarización del proyecto imperial de Washington.

En ese sentido, la revisión histórica del papel de los militares y marinos en el Estado mexicano y algunas de sus funciones no cumple con ninguna de las condicionalidades teóricas para definir un régimen como militarizado. En todo caso, aquí se ha insistido que estamos en la redefinición de un nuevo paradigma de seguridad del Estado mexicano en función de las nuevas luchas en su contra por parte de fuerzas que representan intereses antisociales.

El nuevo paradigma militar mexicano es el del Estado de Seguridad Interior, asumiendo la seguridad interior como una responsabilidad del Estado para crear condiciones de funcionamiento del modelo de desarrollo que busca bienestar social, Estado democrático y sobre todo vigencia institucional civil.

Si se quiere debatir el modelo militar-civil de México, entonces deberían de ejercerse enfoques comparados y sobre todo perspectivas históricas singulares del México moderno.

Zona Zero

  • Aquí señalamos en la columna del viernes pasado un reportaje de la revista Rolling Stone denunciando la corrupción de funcionarios de la patrulla fronteriza en la crisis de seguridad en materia de droga migración. Antier, el presidente Biden decidió el relevo en la dirección de la patrulla fronteriza y las primeras reacciones se dieron en torno a la necesidad de una limpia de la corporación y a la urgencia de introducir valores de derechos humanos en la migra.

 

(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.

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