La extrema derecha francesa de Marine Le Pen fracasó en su intento de conquistar su primer gobierno local, mientras que el partido centrista de Emmanuel Macron sufrió un nuevo estacazo en la segunda vuelta de comicios regionales, a diez meses de las elecciones presidenciales.

El joven partido presidencial, La República en Marcha (LREM), de Emmanuel Macron, no logró alzarse en ninguna de las 13 regiones de Francia metropolitana, pagando su falta de implantación territorial.

Según los sondeos, obtendría apenas 7% de los votos, viéndose relegada a ser la quinta fuerza política a nivel nacional, detrás de la derecha, la izquierda, los ecologistas y la ultraderecha.

“Es una decepción para la mayoría presidencial”, admitió Stanislas Guerini, jefe de LREM.

La abstención fue la gran protagonista de estas elecciones. Casi dos tercios de los cerca de 48 millones de votantes dieron la espalda a las urnas, casi el mismo nivel que en la primera vuelta, que marcó un récord histórico de abstención.

“Lo que estamos viendo es la culminación de una desconexión entre los votantes y la clase política”, dijo a la AFP Jessica Sainty, profesora de política en la Universidad de Aviñón.

Los resultados fueron también decepcionantes para el partido de Le Pen, Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés), que fracasó en su intento de ganar por primera vez un gobierno local. “Esta noche no ganaremos ninguna región”, admitió, y señaló que “Francia sufre una profunda crisis de la democracia local. La movilización es la clave de las futuras victorias”. Así lo dijo, con la mirada puesta en las presidenciales de 2022.

FRASES:

“Todo debe ser debatido para devolver a nuestros compatriotas el deseo de decidir su futuro. Pondré toda mi energía y mi voluntad en rehabilitar la política”
Marine Le Pen
Lideresa de la ultraderecha

“Hay que dejar de hacer sentir culpables a los abstencionistas, si hay mucha abstención es porque la oferta es pésima desde hace muchos años y solo empeora”
Gregory
Votante de 46 años

LEG