La debacle del PRI ha sido lenta y previsible; sin embargo, la división interna y la soberbia de la cúpula del partido los ha llevado a una caída sostenida desde 1997, cuando el Partido Revolucionario Institucional perdió por primera ocasión, la mayoría en el Congreso de la Unión.

No obstante, el primer golpe fuerte se dio en el año 2000 al perder –luego de 71 años– la Presidencia de la República ante el panista Vicente Fox, lo que generó una fuerte división interna.

En 2006, el tricolor que había vivido una contienda interna muy dividida a grado tal de formarse un grupo denominado “Todos contra Madrazo” (TUCOM), perdió por segunda ocasión la Presidencia, ahora frente al panista Felipe Calderón.

No obstante, se mantenía fuerte con los 17 Gobiernos locales que aún gobernaba. Sin embargo, en 2012 ante la popularidad de Enrique Peña Nieto y un severo problema de violencia en el país, el tricolor recuperó la silla presidencial.

Sin embargo para la elección de 2018, el PRI decidió quitar los candados a los simpatizantes y eligió a José Antonio Meade, un candidato no afiliado a su partido como su abanderado para la Presidencia de la República, lo que, aunado a los casos de Roberto Borge y Javier Duarte, así como los escándalos de la llamada La Casa Blanca y Odebrecht, contribuyeron a su derrota.

De esa manera, la elección intermedia de este año fue otro fracaso para la cúpula priista, al perder ocho gubernaturas; además, la dirigencia nacional encabezada por Alejandro Moreno otorgó a la mayoría del Comité Ejecutivo Nacional (Alito incluido) candidaturas plurinominales, por lo que ocuparán un lugar en la Cámara de Diputados en la próxima Legislatura.

En este contexto, durante seis días militantes y simpatizantes encabezados por Nallely Gutiérrez y el exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, mantuvieron un plantón afuera de la sede nacional del PRI para demandar la reununcia de su presidente nacional y del Comité Ejecutivo Nacional; manifestación que inició con un enfrentamiento a palos y golpes.

Se trata de un “retiro táctico” y voluntario con el fin de avanzar hacia el diálgo con la dirigencia nacional para nombrar a un CEN emergente.

Además, acudirán a otros estados del país para hacer presencia en los comités directivos estatales, “sin quitar del renglón que si no hay respuesta, vamos a volver en los próximos días”, advirtió el oaxaqueño.

LEG