“Todavía necesito el reconocimiento”, dijo el miércoles la actriz francesa Marion Cotillard en el Festival de Cannes, al día siguiente de la proyección del musical “Annette”, en el que interpreta a una famosa cantante de ópera casada con un actor caído en desgracia.
En el filme dirigido por el francés Leos Carax y en competición por la Palma de Oro, la intérprete da vida a Ann, una reconocida soprano que se enamora de Henry, un violento actor de teatro venido a menos, encarnado por el estadounidense Adam Driver. Su vida dará un vuelco con el nacimiento de Annette.
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“Todos necesitamos el reconocimiento, ser reconocidos por nuestros padres, nuestra familia, nuestros amigos, para encontrar nuestro lugar”, declaró Cotillard en la rueda de prensa del filme, a la que no asistió Driver.
Según ella, “esto construye tu confianza (…) y puede destruirte si no tienes suficiente autoestima”.
La actriz, ganadora de un Óscar por “La vida en rosa”, admitió que aunque ella misma goza de una gran notoriedad, “todavía (necesita) este reconocimiento”.
Cotillard también explicó cómo se preparó para el papel, que requería una importante formación en canto, puesto que normalmente en las comedias musicales los temas se graban previamente en estudio, lo que no fue el caso.
“Me formé en canto, especialmente para cantar con mucho movimiento, estirada, caminando, corriendo”, dijo.
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Cotillard aseguró que antes de la película no estaba muy familiarizada con ese mundo y que nunca había asistido a una ópera. Para preparar el personaje, también se inspiró en la actriz Romy Schneider.
La intérprete no quiso comparar “Annette” con “La vida en rosa”, donde encarna a la cantante Edith Piaf, entre otras cosas porque en ese filme no es ella la que canta.
LDAV