Escurridizo y temeroso, así anduvo durante dos días más el segundo de los delfines atrapados en un dren agrícola en la sindicatura de Sataya, Sinaloa, hasta que este jueves ocho de julio por fin pudo ser rescatado y llevado de nueva cuenta al mar.
La tarea de encontrarlo y sobre todo agarrarlo, estuvo complicada, al desconocer al humano y las intenciones de estos, el animalito batía fuerte su cuerpo de más de 300 kilos y tres metros de largo, hasta lograr soltarse de quienes lo querían tomar.
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Fue a las 16:00 horas cuando varios kilómetros adelante del primer punto de donde se ubicó al primer delfín, cercano a El Molino, fue encontrado el segundo ejemplar para lograr contenerlo, ser tomado entre todos los rescatistas y colocarlo en una manta.
Se trató de un macho de aproximadamente 300 kilos, más joven que el primero de aproximadamente 30 años, que también presentaba buen estado físico a pesar de los días en aguas lodosas y falta de alimento.
Al igual que el primero de estos mamíferos que logró ser también sacado de ese ambiente insalubre al ser aguas de descargas agrícolas, al segundo delfín se le llevó hasta la bahía ensenada El Pabellón, cerca de El Castillo donde, se le dejó en el agua a donde nadó rápidamente para perderse en el océano.
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Ernesto Zazueta, presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México, destacó que Arturo Islas y Amado Zazueta, de Fundación Ostok, así como la Unidad de Rescate de Vida Silvestre de Sinaloa no cejó en sus intentos de atrapar al delfín para poder devolverlo a su hábitat.
Participaron en estas tareas, Fundación Ostok Sanctuary, Arturo Islas, Amado Zazueta; la Unidad de Rescate de vida Silvestre de Sinaloa, el Zoológico de Culiacán, PC Navolato y Profepa.
OH