En la calle de Allende 316, en el centro histórico de la ciudad de Oaxaca, un moderno restaurante ofrece sus servicios de arte, mixología, cocina y mezcal.
La fachada blanca se distingue de las demás casas en la calle, pues es una de las pocas remodelada. Detrás de esas puertas y de esas blancas paredes, hay una historia de vicio que, a la par de la remodelación, fue recuperando su forma para dar paso a uno de los episodios históricos de principios de siglo.
Se trata de Casa Estambul, nombre que también recuperó de esa primera época, cuando funcionó como burdel, “lo más cercano que tuvo Oaxaca a un cabaret parisino”.
El arquitecto Esteban San Juan y su esposa Judith Trujillo hicieron posible la recuperación del inmueble, junto al dr. Lakra, quien también participó en la intervención.
Pero Fabiola Bailón y Carlos R. Sánchez Silva hicieron posible la recuperación de la historia de esta casa. “Este no es un relato literario, sino histórico, basado en fuentes documentales, testimoniales y fotografías que nos permiten conocer el contexto social de Oaxaca de hace un siglo o más.
Por este burdel de principios de siglo, pasaron músicos, pintores, literatos, políticos y señores de aquella época que encontraban aquí un desahogo .
En el libro, la Historia de la Casa Estambul, 1901-2017, los investigadores Bailón y Sánchez escriben sobre lo que había ahí: “Buena música, buenos tragos y un abanico de jóvenes mujeres de nacionalidades diversas, cuyos rasgos y coqueterías provocaban taquicardia entre la población masculina que lo frecuentó a lo largo de muchos años en que mantuvo sus puestas abiertas, sus lámparas a media luz y sus recámaras suntuosamente decoradas”.
LEG