El rock, ese género musical que ha generado, desde su aparición, un poco más de alegría y, también, porqué no decirlo, locura en el mundo, está de plácemes pues dicen los que saben, osease la mera bandera, que este 13 de julio se conmemorará su día a nivel mundial.
Si bien el rock ha estado en medio del debate por su esencia rebelde y contestataria que, para algunos pareciera estarse esfumando, lo cierto es que al género no debería de festejársele el 13 de julio… El rock merece que se le festeje diario y las 24 horas del día.
El 13 de julio se recuerda con especial cariño pues fue el día en que se realizó el cuasi mítico Live Aid, un concierto benéfico que convocó a miles de personas, en 1985, en los estadios de Wembley, en Londres y el JFK en Filadelfia… Millones lo vieron, también, por televisión.
En el toquín (dirán muchos, “¡qué sí fue toquín!”) se recaudaron fondos para Somalia y Etiopia que pasaban por una de sus peores crisis a causa de la hambruna. Las bandas que se solidarizaron con el llamado del músico irlandés Bob Geldof (el llamado organizador del concierto del siglo) fueron: Black Sabbath, Led Zeppelin, Queen, David Bowie, Carlos Santana…
Y la lista sigue: Eric Clapton, U2, Tina Turner, Sting, The Who, Dire Sraits y Phil Collins, entre otros. El cartel, antesala de lo que serían los grandes masivos de rockandroll y otros géneros musicales alrededor del mundo, es digno aún de festejarse y celebrarse.
En México, el rock ha ido en auge desde el Festival Avándaro y el surgimiento de los llamados hoyos Funky.
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El género musical ha tenido que luchar a lo largo de años por posicionarse en un entorno conservador y adaptarse (Alex Lora, por ejemplo, le canta a la Virgen de Guadalupe) para sobrevivir y abrirse paso en un mundo que parece apostar ahora más por las letras fáciles y repetitivas y los sonidos realizados con sintetizadores.
Nuestras bandas emblemáticas: El Tri, Caifanes, Café Tacvba (¿es rock, se preguntan los más avezados), Botellita de Jerez, Los Dugs Dug´s, Tinta Blanca, La Revolución de Emiliano Zapata, El Haragán, La Bostik, el Heavy Nopal, Transmetal, La Lupita, La Cuca, Santa Sabina, La Barranca, San Pascualito Rey, Tijuana No, la Maldita Vecindad, entre muchas otras.
Los momentos del rock hecho en México en orden disperso
Caifanes en Siempre en Domingo
Era 1995 cuando Caifanes se presentó en Siempre en Domingo, programa conducido por Raúl Velasco. En videos que aún perduran en redes sociales aún se observa a Saúl Hernández y pandilla “tocando” instrumentos que no estaban conectados por ningún lado en un escenario libre de cables.
El programa es aquel al que, años después, Molotov le dedicaría su emblemático tema, el cual forma parte ya del cancionero popular, “El carnal de las estrellas”.
Otros de los que le entraron al playback en el programa de Televisa fueron los de Café Tacvba, quienes en cadena nacional presentaron su ahora censurada “Ingrata”.
En un inicio, puro cover y suéter de abuelito (o en ese entonces de moda)
Algo innegable en torno al rock en México fue que éste llegó por influencia directa del vecino país del norte y las bandas de aquellos lares que ya le estaban dando duro a las cuerdas, bombos, platillos y gritos.
En los sesenta, en nuestro país, personajes como César Costa, Enrique Guzmán, Johnny Laboriel, Julissa y hasta Angélica María comenzarían a cantar covers de la música que se hacía en Estados Unidos, pero en español: “Dile que la quiero”, “Tu cabeza en mi hombro”, “Confidente de secundaria” y “La favorita de mi profesor” eran los temas con los que los jóvenes de aquella época se comenzaban a descontrolar.
La vez que Juan Gabriel fue a ver a La Maldita Vecindad al LUCC
La Última Carcajada de la Cumbancha (LUCC) el foro que dio vida al rock en los ochentas en la Ciudad de México, fue testigo de cómo la música popular y el rock (que ya es popular) se hermanaban en noches de fiesta, tragos y descontrol.
El foro, que funcionó de 1987 a 1992 y que tuvo entre sus invitados más célebres a Jane’s Addiction, quien lo eligió para filmar una película, recibió en alguna ocasión, también, al mismísimo Juan Gabriel quien se lanzó a ver a La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio.
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En una de las tantas noches de rock, “Juanga” llegó al LUCC, con todo y rebozo y lentes negros, para ver la actuación de Roco, Pato, Aldo y Sax quienes, cuando lo vieron, le dedicaron “Querida”, tema que provocó el slam y la salida del Divo de Juárez del lugar.
Intermedio: La güera de Avándaro
Avándaro fue rock y el comienzo de una época prohibicionista en el México de los setenta que más que perjudicarlo lo benefició con la aparición de los llamados hoyos fonkys y las fiestas clandestinas en donde empezaron a pulular bandas como Tinta Blanca, el Three Souls in my Mind o el mismísimo Rockdrigo González.
Todos mencionan a la güera de Avándaro pues fue el símbolo de una generación que promulgaba uno de los gritos más recurrentes del rock: ¡Libertad!
La breve historia de Alfredito
Alfredito era el hijo del presidente Gustavo Díaz Ordaz y, aunque usted no lo crea, era un rockero avezado que se la sabía de todas todas pues, dada su privilegiada condición, viajaba constantemente trayendo discos que difícilmente se conseguían en México.
El joven, quien era férreo amante del progresivo y la psicodelia, llegó a tocar en algunas bandas experimentales como Renaissance y Love Syndicate.
La oveja negra de la familia presidencial, dicen las malas lenguas, invitó en alguna ocasión al mismísimo Jim Morrison a Los Pinos en los sesenta a que diera un concierto privado.
Alfredito fue uno de los primeros amores de Thalía.
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“¿Cómo ves?” y “Ciudad de Ciegos”, las películas del rock de ‘a devis’
En 1985 vio la luz un “peliculón” del maese Paul Leduc el cual se llamó “¿Cómo ves?”. Además de la narrativa en torno a los barrios marginales y el difícil periplo de los jóvenes de la época que buscaban desarrollarse en una sociedad que los discriminaba, llama la atención su “soundtrack” en vivo.
En el film, además de Roberto Sosa, es posible ver y escuchar a Cecilia Toussaint, Rockdrigo González, Alex Lora y hasta Jaime López.
Mención aparte merece, “Ciudad de Ciegos” (1990) del maestro Alberto Cortés, con guión de Hermann Bellinghausen, en la cual entre sus decenas de actores destaca la participación de Rita Guerrero (Santa Sabina), Saúl Hernández (Caifanes) y Sax (Maldita Vecindad).
Comrock (1985) y Culebra
Entre 1984 y 1985 vio la luz un sello que apostó todo por las incipientes bandas de rock de esa década. Comrock tiene entre sus logros el haber grabado a bandas como Dangerous Rhythm, Kenny and The Electrics y Los Clips.
Su lanzamiento fue un acoplado llamado igual que el sello, en el cual, además de los mencionados aparecen Mask y Punto y Aparte.
En 1992 aparecería el subsello Culebra Records, que daría cabida al rock que se estaba haciendo en ese entonces y encumbraría a bandas como La Cuca, La Castañeda, La Lupita, Santa Sabina y Tijuana No (toda una etapa en el rock nacional, dicen los que saben).
No es lo mismo el Tri de Bora que el Tri de Lora
Era 2014 cuando en uno de los hechos más criticados del rock en México, Alex Lora, pidió a la afición, medios, empresas y demás dejar de asociar el termino “Tri” con la Selección Nacional de Futbol.
El cantante, cuya manager es Chela Lora, argumentaba, en aquel entonces ante la proximidad del Mundial de Brasil, que el término “El Tri” le pertenecía desde 1984 cuando lo registró ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial.
Chela Lora llamó a los medios a no usar El Tri al referirse a la escuadra tricolor ante lo que consideró un abuso… La reacción fue más de críticas y risas que de acatamiento.
El rock es cultura, el ska es agricultura
En un texto de El País, publicado en 2012 se leía que el rock en Latinoamérica estaba en agonía y para ejemplo citaba la frase que Molotov utilizó en una de sus canciones “Si el rock es cultura, el ska es agricultura”.
El rock a últimas fechas ha sido utilizado para acompañar a otros géneros musicales como el ska, rap, hip hop, banda, cumbia y pop en lo que algunos han calificado como mestizaje o simple fusión que da vida al worldbeat.
Lo cierto es que el ska en México jugó un papel importante en la escena musical al revitalizarla en la década de los noventa cuando la música se había alejado de la protesta social y la resistencia (salvo algunas bandas) y lo que rifaba eran las letras etéreas, ensoñadoras y un poco poéticas.
El ska, con sus rimas netas y directas, fue el acompañante natural del recién movimiento insurgente chiapaneco impulsado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y los movimientos estudiantiles de la época.
Mujeres en el rock
Si algo tienen las mujeres en México es que hacen rock y lo hacen bien. Para muestra un botón: Las Ultrasónicas, Loba, Cecilia Toussaint, Rita Guerrero, Julieta Venegas, Ely Guerra, Kenny y los Eléctricos y Jessy Bulbo, entre otras.
En la escena independiente destacan Las Vintage, Los Leoparos, Las Navajas, Las Bloody Benders, Las Betty Punk, entre otras.
FF