La Comisión Europea lanzó las bases para lograr una “ambiciosa” transformación verde, con un paquete de propuestas con las que pretende reducir sus emisiones contaminantes en 55% para 2030 con relación a 1990. Entre las medidas publicadas está una prohibición de automóviles que usen gasolina o diésel.
El programa aún será analizado en el Parlamento Europeo, introducirá gradualmente exigencias ambientales en los automóviles para sacar modelos con motor a gasolina y diésel a partir de 2035.
El plan fue presentado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el responsable por la política ambiental de esa institución, Jens Timmermans.
“Europa es el primer continente en presentar una arquitectura verde integral: tenemos el objetivo y ahora presentamos una ‘hoja de ruta’ para lograrlo”, dijo Von der Leyen.
Agregó que el programa “combina la reducción de emisiones de carbono con medidas para preservar la naturaleza”.
Para el eurolegislador francés Pascal Canfin, de la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo y quien será un actor central de las negociaciones, se trata de un “paquete histórico” que tendrá un impacto en el modelo económico de las industrias y las forzará a adoptar tecnologías limpias.
En tanto, la Asociación Europea de Constructores de Automóviles apuntó que la idea de prohibir los motores de combustión “no es racional”.
“Prohibir una única tecnología no es una solución racional en esta fase” en que el bloque aún lucha para implementar condiciones para vehículos movidos con energía alternativa, señaló.
LEG