La visita de despedida de la saliente canciller alemana Ángela Merkel a la Casa Blanca se vio ensombrecida este jueves por las mortales inundaciones en su país y por el persistente desacuerdo con sus anfitriones estadounidenses sobre el gasoducto ruso Nord Stream 2.
A pesar de la insistencia del Gobierno del presidente Joe Biden en que se trató de una “visita de trabajo”, la estancia de un día de Merkel en la Casa Blanca tuvo las características de una despedida de una de las figuras políticas clave de Europa.
“Quiero dedicar un momento a reconocer el carácter histórico de su cancillería: la primera mujer canciller en la historia de Alemania, la primera canciller de la antigua Alemania del Este”, dijo Biden en rueda de prensa.
“La canciller Merkel ha estado aquí con frecuencia en los últimos 16 años. De hecho, conoce el Despacho Oval tan bien como yo”, bromeó el mandatario, señalando que la dirigente alemana ha tratado ya con cuatro antecesores.
Merkel, que dejará el cargo en septiembre, llamó a su anfitrión “querido Joe”. Más temprano, saludó su “amistad” con Estados Unidos y su contribución “a una Alemania libre y democrática”.
Sin embargo, el encuentro se enfrió tras la noticia de las catastróficas inundaciones que han causado la muerte de al menos 68 personas en Alemania y nueve en Bélgica, así como la desaparición de numerosas personas.
LEG