El genial y temperamental extremo neerlandés Arjen Robben, subcampeón del mundo en 2010, anunció por segunda vez el final de su carrera, a los 37 años y tras un último año en el FC Groningen, su club de formación. Las redes sociales le recordaron que fue el culpable de la tendencia No era penal.
El elegante número 10, célebre por su pie izquierdo de gran calidad y sus regates, cuelga definitivamente las botas, un año después de haber interrumpido su jubilación para una última aventura fallida en la Eredivisie como consecuencia de las lesiones, que también han marcado su carrera.
“Mirando la temporada pasada, tengo que admitir honestamente que el número de partidos jugados es decepcionante. Mi corazón de futbolista quiere continuar… pero la decisión de parar es justa y realista”, reconoció en un comunicado Robben, que el año pasado apenas pudo disputar una docena de encuentros.
El libro de oro de Robben, antigua gloria del Bayern Múnich con el que conquistó numerosos títulos, se cierra definitivamente con un regusto amargo por la mala experiencia en el club de su región, al norte de Holanda, y donde aprendió a regatear cuando entró en la academia del Groningen con 12 años.
“Todo el mundo en el FC Groningen esperaba y deseaba que Robben siguiese otra temporada, pero ha decidido parar tras una larga deliberación”, lamentó la entidad verdiblanca.
En el país de los Oranje, el rápido y muy técnico extremo derecho sigue siendo un rey, pese a que no conquistó ningún trofeo a nivel de selecciones.
Su mayor decepción será siempre la final mundialista perdida contra España en Sudáfrica-2010 (1-0 en la prórroga) y sobre todo el mano a mano fallado contra Iker Casillas a la hora de juego, que hubiese evitado la prórroga en la que Andrés Iniesta decidió el título con su histórico gol.
Terceros cuatro años más tarde en Brasil, la Holanda de Robben, Wesley Sneijder y Robin van Persie también vivieron una decepción en la Eurocopa-2012, cuando lastrado por los egos, el equipo se despidió en la primera ronda con derrotas ante Alemania, Portugal y Dinamarca.
BRILLÓ CON EL BAYERN
Su mayor decepción será siempre la final mundialista perdida contra España en Sudáfrica-2010 (1-0 en la prórroga) y sobre todo el mano a mano fallado contra Iker Casillas a la hora de juego, que hubiese evitado la prórroga en la que Andrés Iniesta decidió el título con su histórico gol.
Terceros cuatro años más tarde en Brasil, la Holanda de Robben, Wesley Sneijder y Robin van Persie también vivieron una decepción en la Eurocopa-2012, cuando lastrado por los egos, el equipo se despidió en la primera ronda con derrotas ante Alemania, Portugal y Dinamarca.
LEG