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Foto: AFP El acceso generalizado a Internet en Cuba llegó casi 50 años después de la invención de la red en su primera versión y 35 años después de que su uso se comenzara a expandir  

Caro y malo. El acceso generalizado a Internet en Cuba llegó casi 50 años después de la invención de la red en su primera versión y 35 años después de que su uso se comenzara a expandir. Era 2018, el presidente Miguel Díaz-Canel (aún en el cargo) lo impulsó, a pesar del descontento de Raúl Castro, quien le entregaba, ese mismo año, la batuta de la nación comunista.

Han pasado solo tres años y esta herramienta se ha convertido en el segundo peor enemigo del régimen que se hizo del poder en 1959 (el primero sigue siendo Estados Unidos), pero no solo eso, es ahora el terreno donde se libran las batallas entre los revolucionarios y los disidentes, con todo y los intrincados trucos que los opositores han buscado para sortear los bloqueos que, de manera paradójica, les aplica el Gobierno.

Y es que los enfrentamientos pasaron de las calles al ciberespacio. La cadena inició una vez liberada la red 3G para los ciudadanos, hace tres años. El efecto inmediato: nacen las protestas virtuales hacia una forma de Gobierno al que le reclaman empobrecimiento social, escasez de servicios, alimentos, medicamentos, empleo… Luego llegan los cortes al acceso en línea, muchas veces justo cuando las quejas crecen y se convierten en tendencia en redes sociales como Twitter.

El último eslabón eran los mecanismos que habían encontrado los activistas para seguirse comunicando o publicando contenidos al mundo, pero tras las protestas de la última semana se ha sumado un colofón: el bloqueo al hackeo que a su vez habían dominado los disidentes.

El portal 14ymedio difundió que, ahora, ya es posible detectar los mensajes que antes, mediante el uso estratégico de palabras clave, prevalecían a la censura: “La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba SA (Etecsa) no solo ha censurado los servicios de mensajería instantánea como Telegram y WhatsApp, sino que ha implementado un filtro que impide el envío de mensajes de solo texto entre móviles con las letras VPN (siglas en inglés de Red Privada Virtual) y el nombre de la herramienta Psiphon (imprescindibles para sortear el bloqueo a los medios de prensa independientes)”.

El medio que dirige la periodista anticastrista Yoani Sánchez describe que, de esta manera, se impide la difusión de imágenes y videos de las protestas iniciadas en 11 de julio pasado.

Agrega que también la empresa reportó que la palabra “Psiphon” se encuentra bloqueada en los SMS nacionales, “una herramienta muy usada en Cuba pero desde hace tres días su utilización se ha disparado debido al corte de muchos servicios de Internet”.

Este tipo de censura no pasa desapercibida en Washington. La víspera, el presidente Joe Biden adelantó que su Gobierno analiza si puede restaurar el acceso a Internet en la isla, a la que consideró un “Estado fallido”.

FRASES

“No hay ambulancias para trasladar un enfermo grave, pero si de patrullas policiales se trata, el combustible nunca falta (…) lo que no mostrará el noticiero”

Yoani Sánchez
Periodista disidente en La Habana

“Han cortado el Internet. Estamos considerando si tenemos la capacidad para restablecer ese acceso (…) Cuba es un Estado fallido que reprime a sus ciudadanos”

Joe Biden
Presidente de Estados Unidos

LEG