La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó el asesinato de Gladys Aranza Ramos Gurrola, ocurrido el jueves pasado, en Ortiz, Sonora, llamó a las autoridades a investigar el caso y ofrecer atención integral a la familia de la activista, en especial brindar seguridad a su hija.
Guillermo Fernández-Maldonado, representante de la ONU-DH en México, señaló que el crimen de Ramos “nos recuerda la dura situación que enfrentan las familias de personas desaparecidas en México”, quienes no solo padecen el dolor de la ausencia y la incertidumbre, sino que investigan y buscan a sus familiares desaparecidos, bajo riesgos que no deberían asumir.
“Deben ser las instituciones del Estado las que lleven a cabo la búsqueda inmediata con el máximo de los recursos disponibles para localizar a la persona con vida. Cuando un Estado no logra cumplir con este deber, se coloca a las familias de personas desaparecidas en una situación de riesgo”, puntualizó.
Tras indicar que se debe prestar especial atención a las consecuencias que tiene la violencia sobre los niños, Fernández-Maldonado hizo un llamado a las autoridades a investigar el asesinato de manera exhaustiva, agotando todas las líneas de investigación, incluso la posible relación con su labor de búsqueda, y garantizar la incorporación efectiva de la perspectiva de género en la indagatoria.
LEG