La secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, buscará negociar con su homóloga estadounidense, Katherine Tai, las reglas de origen del sector automotriz previo a que se convierta en un conflicto mayor que ponga en riesgo al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Es así que Clouthier sostendrá en Washington una gira de trabajo, que comprende del 21 al 23 de julio, y que implicará también reuniones con organizaciones y empresarios del país vecino en el marco de
la implementación del acuerdo comercial que ya tiene un año en vigor.
Trascendió que los temas de las reuniones estarán relacionados con la economía mexicana y su participación en la región de América del Norte, incluyendo actividades como la agricultura, las cadenas de suministro y su modernización; así como también los retos de la industria automotriz dentro del pacto trilateral.
Y es que previo a que Clouthier anunciara su viaje a Washington, el director general del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (Comce), Fernando Ruíz Huarte, adelantó que Estados Unidos exigirá a México elevar las reglas de origen en el sector automotriz para que los empleados ganen al menos 16 dólares por hora.
“Hay una interpretación distinta entre México y Estados Unidos, la regla de origen en el TMEC estipula que hay un plazo para cumplir el aumento en la regla de origen de tres años”, recordó Ruíz Huarte.
Y es que en el T-MEC se establecieron requisitos salariales, de 16 dólares por hora, para trabajadores que intervengan en el 30% de contenido del automóvil. Esta disposición se quiere elevar al 40% y 45%.
Con ello, la producción de autos en el T-MEC incrementa el Valor de Contenido Regional de 62.5% a 75%.
“Dentro de ese 75% hay un 30% que tiene que ser de productos o servicios que se den en regiones con un pago de salarios de más de 16 dólares la hora”, aclaró el directivo del Comce.
El conflicto de las reglas de origen en la industria automotriz se suma a las exigencias de Estados Unidos por mejorar las condiciones laborales de los trabajadores.
Y es que el Gobierno de Joe Biden ha exigido a sus socios comerciales, principalmente a México, el respeto a los derechos laborales relacionados al T-MEC. Pues en plantas de compañías como Tridonex, en Matamoros, y en la de General Motors, en Silao, se desataron quejas sobre irregularidades contra grupos sindicales, al no dejarlos elegir libremente a sus dirigentes, lo que pone en riesgo la estabilidad del T-MEC.
LEG