En medio de la tercera ola de Covid-19 los nuevos parámetros del Semáforo de Riesgo Epidemiológico privilegian la actividad socioeconómica sobre el número de casos activos, apostando a un contagio mayor entre la población.

A partir del jueves de la semana pasada, México alcanzó niveles de personas con el virus activo similares a los reportados en enero, justo en el pico más alto de contagio de Covid-19 en el país; no obstante, este número ya no tendrá tanto peso a la hora de determinar el color del semáforo en las distintas entidades de la República.

Ahora se dará mayor énfasis al nivel de hospitalizaciones, cuyo rango de máximo riesgo estaba planteado en 70% de ocupación y, con los cambios hechos a los parámetros del semáforo, ahora será de 65%.

Suponiendo sin conceder las explicaciones del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, las modificaciones pudieran sonar lógicas, tomando en cuenta que con los mismos niveles de pandemia activa que tenemos ahora, en enero ya no había hospitales disponibles y la gente se moría en su casa, alcanzando cifras de hasta mil 400 personas fallecidas en un día, y ahora hay un promedio de 400 muertes diarias por Covid-19.

Este cambio en el comportamiento de la pandemia se debe -sin duda- a la vacunación de personas mayores de 60 años, quienes fueron las más afectadas en la primera y segunda ola, ante las comorbilidades presentadas.

Sin embargo, los nuevos parámetros también son contradictorios si tomamos en cuenta que, en este tercer pico, los más contagiados y hospitalizados son los jóvenes, los mismos que decidieron continuar con su vida social, relajando las medidas preventivas.

Podemos entender la necesidad de que no se cierre la actividad económica en el país, pero aumentar los aforos en lugares públicos justo en el momento de mayor contagio de Covid-19 y con la presencia predominante de la nueva cepa Delta, que se caracteriza por su acelerada transmisión y evolución de la enfermedad, no es la mejor decisión.

Con las nuevas disposiciones en las que no se observa una verdadera política para reducir los contagios en México y, en las que las autoridades ven el rojo, naranja y amarillo como color verde, sólo dejan al descubierto que tenemos un Gobierno miope, que cierra los ojos ante los problemas y encima no distingue colores.

Y en Pregunta Sin Ofensa:

Dice el Presidente que ya hay medicamentos para todos y el secretario de Salud, Jorge Alcocer, que calificó de exagerados a los padres de niños con cáncer, aseguró que ya se tenían los tratamientos garantizados; sin embargo, en la manifestación del sábado para exigir quimioterapias, familiares y amigos de menores con cáncer denunciaron que los tratamientos todavía no llegan a los pacientes. ¿Será que la Secretaría de Salud envió las medicinas en burro y no en avión?

@aguilarkarina