CUBA
Foto: AFP Vestidas de blanco, cientos de personas marcharon ayer en Madrid para exigir libertad en Cuba, en solidaridad con las recientes protestas. España es el segundo país, después de EU, con más emigrantes de la isla.  

Las claves (o llaves) musicales sirven en un pentagrama como referencia para indicar la altura de las notas en una composición. Los últimos movimientos cubanos de protesta fueron encabezados por artistas, muchos de ellos músicos, y las claves del 27 de noviembre (27N) y del 11 de julio (11J) indican que las manifestaciones pueden arrancar en tonos suaves, pacíficos… pero terminar en graves y violentas melodías marciales.

La apertura la dieron el año pasado -con un plantón frente al Ministerio de Cultura cubano-, artistas, intelectuales y periodistas independientes que exigían libertad de expresión al régimen revolucionario de Miguel Díaz-Canel.

Fue una primera llamada para el concierto de gritos y demandas que se escucharon en 40 ciudades de la isla siete meses y medio después (¡Libertad!, ¡Abajo la dictadura!), esta vez con el fondo sonante de un moderno hip hop interpretado por populares raperos y reguetoneros cubanos.

Ambas demostraciones se consideran inéditas para una nación de 11.3 millones de habitantes poco acostumbradas a las quejas públicas masivas desde que el poder lo ostenta la élite que derrocó al Gobierno de Batista, en 1959.

Durante el 27N, en La Habana, cientos de jóvenes protestaron por horas, de forma pacífica, sentados, para exigir una respuesta por el desalojo, una noche antes, de la sede del Movimiento San Isidro (MSI), donde se congregaban 14 personas (artistas, periodistas y activistas), algunos en huelga de hambre. A su vez, el reclamo inicial del MSI era la liberación del rapero Denis Solís, condenado en juicio sumario a 8 meses de prisión por desacato a la autoridad.

En el segundo movimiento, ahora conocido como el 11J, miles de cubanos coreaban Patria y Vida, en referencia a la canción de los famosos Yotuel y Gente de Zona, y protestaban por la crisis sanitaria de la isla ocasionada por la pandemia del Covid-19, pero también por la pobreza y escasez de servicios que han padecido en la isla desde hace décadas bajo el régimen comunista.

De estas últimas manifestaciones, además de un víctima fatal, se registró un número indeterminado de personas detenidas. Ni el presidente del Tribunal Supremo cubano sabe cuántas personas fueron arrestadas, al menos eso declaró.

“Yo también tengo curiosidad, no lo sé. Se habla de una cifra por un lado, de otras por otros (…), se está investigando, pero yo no conozco ese dato”, dijo Rubén Remigio Ferro.

En espera del encore de las protestas cubanas, 59 cubanos han sido enjuiciados por participar en el 11J. Los delitos: desacato, desorden público o lesiones no graves, y en espera de sentencia.

CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS

Y músicos… ¡a la reja!

Músicos y artistas simbólicos de Cuba han manifestado su apoyo (algunos son partícipes) a las recientes protestas isleñas. El último: Pablo Milanés.

“Es irresponsable y absurdo culpar y reprimir a un pueblo que se ha sacrificado y lo ha dado todo durante décadas para sostener un régimen”, señaló en Facebook Milanés, de 78 años y uno de los fundadores del Movimiento de la Nueva Trova (canción de protesta) junto con Silvio Rodríguez, quien también apoyó a los contestatarios.

Otros en la lista son el escritor Leonardo Padura y el cineasta Fernando Pérez.

En tanto, la familia de Ányelo Troya, de 25 años, uno de los realizadores del video del polémico rap Patria y Vida, denunció que fue condenado a un año de prisión por el delito de “desorden público”, en un juicio expedito.

LEG