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Foto: Especial Mabel Lozano dejó el glamour del modelaje y la actuación, para enfocarse a exhibir, en una serie de documentales desoladores y un par de libros, la esclavización mundial de mujeres, adolescentes y niñas en de la prostitución  

Para la documentalista y escritora española Mabel Lozano, la literatura siempre ha “blanqueado” la prostitución de mujeres y señala como ejemplos a la misma Biblia como un libro plagado de proxenetas y a escritores como los premios Nobel latinoamericanos Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez.

“Lo que hay en la Biblia desde el primer momento son proxenetas, hombres que venden a sus mujeres, que las prestan; la compra-venta de personas ha estado siempre en la historia, pero antes de las mujeres esclavizadas están los proxenetas”, sostiene la activista y conferencista contra el delito global de trata.

Desde hace más de una década Mabel Lozano dejó el glamour del modelaje y la actuación, para enfocarse a exhibir, en una serie de documentales desoladores y un par de libros, la esclavización mundial de mujeres, adolescentes y niñas en de la prostitución. Su primer largometraje, Voces contra la trata de mujeres (2007), grabado en Rumania, Moldavia y España, expone la compra-venta de mujeres y niñas; su último corto, denuncia el asesinato de la colombiana Yamilde Giraldo, perpetrado ante su hijo, y ordenado desde prisión por el padrote que la esclavizó, en venganza porque huyó y lo denunció.

Lozano (Toledo, 1967) vuelve a México a la Feria Nacional del Libro de León (Fenal 2021) con un premio Goya bajo la manga para presentar sus tres más recientes obras: el cortometraje documental Biografía del cadáver de una mujer (2021), con el que se llevó el galardón del cine español, su libro El proxeneta (Planeta, 2017), con el que ganó el premio Rodolfo Walsh de la Semana Negra de Gijón en 2017, y su obra testimonial PornoXplotación (Alrevés, 2020), escrita en conjunto con Pablo J. Conellie.

En entrevista desde España, comenta que también ofrecerá una conferencia en la ciudad guanajuatense sobre cómo se ha abordado en la literatura la esclavización de mujeres con fines de explotación sexual, el próximo viernes 30 de julio, en coincidencia con el Día Mundial contra la Trata de Personas 2021.

“La literatura siempre ha blanqueado la figura de la mujer prostituida (no prostituta, prostituida), a la que la muestra encantada de la vida, con quien además puedes hablar y tener relaciones con ella”, señala Lozano, de quien Canal 22, justo el 30 de julio de 2018, transmitió su documental Chicas nuevas 24 horas, en el programa Visión Periférica, de Jacaranda Correa, con testimonios de jóvenes de países latinoamericanos, como Paraguay, Colombia, Argentina, que fueron engañadas y esclavizadas.

“La realidad es mucho más dura. Hay cada vez más voces que conocen la verdad en profundidad y lo están contando. Por ejemplo, hay un libro maravilloso que se llama Ninguna mujer nace para puta (2007), que lo escribieron dos mujeres en situación de prostitución (María Galindo y Sofía Sánchez). La literatura siempre blanquea la prostitución porque eso vende”, reitera la documentalista y escritora.

–¿Cree que al blanquearla, como dice, la fomenta?

–Es que cuando blanqueas la prostitución, la fomentas. Dices que es un fenómeno divertido y de ocio, donde puedes ir a hablar con una señora que te acoge y con la que vas en compañía de amigos. Claro que al blanquearla la fomentas, porque creas un mundo irreal; la realidad todo mundo sabe cuál es, no podemos engañarnos, el problema es que muchos hombres se auto engañan. El grueso de la prostitución en el mundo entero es de mujeres que no han tenido otra opción. El otro día una sobreviviente de la trata me decía que la pobreza es un arma contra las mujeres y niñas, en México y en muchos países.

–¿Qué opina de obras de escritores como Mario Vargas Llosa, con La casa verde y Pantaleón y las visitadoras, o Gabriel García Márquez, con Memoria de mis putas tristes, tres novelas celebradas?

–Es que todo eso estaba tan normalizado, tan legitimado, que parecía normal. Pero ahora, cuando lo ves desde una perspectiva de género, te das cuenta que no puede ser. Efectivamente, ahora el feminismo dice que no es posible, es que esto al final nos lleva a la situación en la que estamos en pleno siglo XXI con montones de feminicidios, como en tu país. Están construyendo una sexualidad masculina desde el poder, desde el deseo físico, desde el poder que tú tienes sobre esas mujeres que son putas. Claro, las grandes obras –¡imagínate!– de García Márquez, las encontrábamos normales, y no son normales; aunque tampoco las mujeres podían levantar su voz, ahora es cuando nos ponemos las gafas moradas.

–Pero en los casos de Vargas Llosa y García Márquez, dos premios Nobel, sus obras han sido encumbradas.

–¿Por quiénes? ¿Quiénes han encumbrado esas obras? ¿Quiénes están detrás de los premios literarios? Hombres, hombres. Te quiero contar: en Babelia (suplemento cultural del diario El País de España), cuando saca su lista de mejores autores, no hay autoras. ¿Quién está detrás de los grandes premios literarios? Hombres, perdóname, esto es así. Hace dos años gané con El proxeneta el Rodolfo Walsh, el premio más importante de literatura negra en España, y era la única autora entre un montón de autores.

–¿Cree que este tipo de obras legitiman pederastia, prostitución, trata de mujeres, violencia de género?

–No sé si la legitiman, pero sí la blanquean. No podría afirmar en ningún caso que las obras de García Márquez o de tal o cual incentiven el consumir, pero ciertamente blanquean, las de ellos y las de montones de grandes escritores del mundo, porque –insisto– han tenido patente de corso, y eran normales. Venimos de un mundo patriarcal, donde eso era normal, pero ahora nos damos cuenta ¿Cómo es posible que estén tan encumbradísimas? Porque detrás de todos los premios literarios están hombres.

–¿Hay que prohibirlas, censurarlas?

–No se trata de prohibir. Estamos en el siglo XXI; es decir, tú puedes escribir un libro de ficción, diciendo que esto es ficcionado o basado en la realidad, no sé. Pero estamos en el siglo XXI y tiene que haber un tema ético muy importante. ¿Dónde está la ética de lo que haces y de sus consecuencias? Ahora mismo vemos muchos influencers nefastos, sus consignas son nefastas porque hacen mucho daño a los jóvenes. Y te preguntas ¿dónde está la ética de todo esto? Es ahí donde tenemos que entrar.

LEG