A pesar de haber sido retrasados debido a la pandemia por Covid-19, los Juegos Olímpicos (JJ.OO) de Tokio pudieron llevarse a cabo este 2021 causando gran furor por las sorpresas y polémicas que han dejado hasta el momento. Entre los factores que vuelven a estas Olimpiadas tan únicas, se encuentran las medidas de sostenibilidad que se han planteado para consagrarlos como los más ecológicos de la historia reciente.
El Comité Organizador de los JJ.OO de Tokio se comprometió a hacer de estas Olimpiadas las más ecológicas de los últimos años y ser el ejemplo del mundo para afrontar los desafíos globales de sostenibilidad.
La iniciativa “Ser mejores, juntos: para el planeta y las personas”, concepto de sostenibilidad oficial de los Juegos, plantea que las Olimpiadas de Tokio tengan un impacto positivo en el mundo. Para ello, se implementaron diversas medidas en la organización del evento deportivo en las cuales se reducirán las emisiones de carbono y generación de desechos, además del reciclaje de residuos.
Según información oficial del Comité Organizador, para proveer de energía a las instalaciones deportivas se utiliza electricidad generada a través de fuentes de energía renovable, esto en el esfuerzo de producir cero emisiones de carbono. Además, los vehículos que se han utilizado para la movilidad de los atletas cuentan con motores de pila de hidrógeno, reduciendo el consumo de combustible durante el evento.
De igual manera, aunque surgió el rumor de que las camas de los atletas estaban fabricadas de cartón para evitar la intimidad entre deportistas, la realidad es que es parte de la iniciativa para reducir y reciclar los desechos generados a lo largo del evento, pues Tokio 2020 se ha fijado el objetivo de reutilizar o reciclar el 65% de los desechos generados.
Asimismo, 5 mil medallas olímpicas fueron fabricadas con metales reciclados provenientes de 78 mil 985 toneladas de desechos electrónicos recogidos por las autoridades locales desde 2017. Los podios utilizados durante la ceremonia de victorias están hechos de plástico recolectado de los océanos y donados por la población nipona, siendo la primera vez que los ciudadanos de una región se involucran tanto en la organización de los Juegos.
Gracias a todas estas medidas, Tokio 2020 se perfila para convertirse en una de las ediciones de los Juegos Olímpicos más ecológicas en la historia de la justa deportiva. Aunque, posiblemente, la ausencia de público debido a las restricciones sanitarias sea el factor más determinante para el impacto positivo de los Juegos al reducir al 0% la contaminación que genera el público en eventos de tal magnitud.
PL