La suya ha sido una carrera libre de escándalo cuando la tendencia en el mundo del espectáculo es vender por morbo, asegura la actriz Vanessa Bauche cuyo trabajo ha tomado gran relevancia en las últimas semanas.
Pareciera que debieron pasar más de 30 años para que el reconocimiento a nivel internacional le llegara como por arte de magia. En menos de lo que se imaginó, pasó a ser de ser una actriz que el grueso de la población considera que nació con el éxito de Amores perros –que en realidad fue su décimo tercer largometraje–, a ser la reina del rating gracias al éxito de Guerra de vecinos que a dos semanas de su estreno se mantuvo en el #1 del Top Nacional y en el Top Mundial, y la confirmación de una segunda temporada.
“Estoy muy contenta porque actuar es lo que más amo hacer en su vida, por ello soy muy selectiva con los proyectos que elijo lo cual ha implicado, incluso, sacrificar entradas económicas por la continuidad laboral. Pero cuando no creo en los proyectos, si considero que no son atractivos para el público o no creo en el personaje, prefiero por ética no aceptar y se vuelve un poquito más complicado”, dice Vanessa Bauche a 24 HORAS.
Guerra de vecinos es una serie original de Netflix, creada por Carolina Rivera y Fernando Sariñana, producida por Moisés Chiver.
Y, a pesar del éxito, Vanessa hace una retrospección en donde sigue presente el rechazo para los histriones en general, quienes considera, están en casting permanente a expensas de gustarle o dar el tipo para algún productor, plataforma, empresa, o director.
“Lamentablemente vivimos aún este tema de la pigmentocracia, de los clasismos, de la misoginia donde apenas están empezando a ver estos personajes protagónicos de hombres fuertes, de mujeres diversas, de distintas edades, tallas, tonos de piel, que realmente identifican a la mayoría de la población del planeta. La pigmentocracia duele mucho, en especial en un país en donde el 90 por ciento de la gente es de tez morena, multiracial.
“Lo hermoso del arte es lograr trascender todas esas barreras y crear una identificación emocional con el público, sin que importe el idioma o el color de la piel. Creo que todavía nos falta mucho, pero vamos por buen camino, sobre todo porque acabo de ver el éxito de Guerra de vecinos de Netflix, la plataforma que ha revolucionado la historia de los medios en la humanidad y que justo ha abierto esta inclusión para este tipo de historias, de narrativas, de protagónicos”, comenta.
La show girl
Vanessa Bauche está convencida de que en este mundo de la actuación no puedes pertenecer si no logras una mayor identificación con tus personajes. “La situación poco a poco está mejorando pero hasta hace unos años todavía era muy doloroso darte cuenta de eso; por eso también acepté el reto de Playboy como un personaje que nadie me iba a ofrecer, una mujer con mis rasgos modelando para una revista para caballeros”.
Aunque su carrera inició en el proscenio, ya tenía el destino trazado. Su padre, el cantante Tito Bauche, sabía que ella era una Showgirl, “tienes vis cómica y la gente no lo sabe”, le decía. Así que siempre estuvo convencida de que era una comediante nata. Y es ahora cuando el público lo confirma a través del éxito que ha sido la serie Guerra de vecinos.
“Empecé con la comedia blanca familiar rodeada de 4 instituciones multigeneracionales de nuestro país en Nosotros los guapos, donde fui perdiendo el miedo en televisión porque ya había probado el teatro cabaret, aunque había hecho algunos atisbos en algunas producciones, pero es un músculo que se tiene que ejercitar, por eso amo la comedia porque quizá sea el género más completo y demandante para las actrices y actores”, finalizó Vanessa Bauche.
Ahora se encuentra en la generación de un espectáculo como tributo a estas más de tres décadas de trabajo profesional, además de proyectos con su casa productora Yolocan Producciones y como innovadora social y el estreno de una serie por Apple TV +, cuyo título aún no se sabe si será Acapulco u Almost Paradise, bajo la producción de 3Pas Studios.
LEG