Allyson Felix está acostumbrada a viajar por todo el mundo para participar en competiciones, pero los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 han sido los primeros que ha vivido desde que es madre, a pesar de que la pequeña Camryn tuvo que quedarse en su país por la pandemia del Covid-19.
Felix, bronce en 400 metros a sus 35 años, fijó un récord de diez medallas olímpicos, algo que ninguna atleta femenina ha logrado. Fue un día especial, pero solo lo podrá compartir con su hija de manera virtual.
“Me dolía el corazón al separarme de Cammy hoy para ir a Tokio. Será la vez que mayor tiempo hemos estado separadas”, escribió recientemente la emblemática atleta en Instagram para hablar sobre la separación de su pequeña, que tiene dos años y medio.
Fotos: Marchistas sufren dificultades por altas temperaturas y humedad en Tokio 2020
Publicó una foto de las dos juntas en la que Cammy besa a su mamá, que no puede evitar una enorme sonrisa.
No es el primer campeonato al que Allyson Felix viaja desde el nacimiento de la pequeña. En Catar, hace dos años, posó con ella en brazos. El bebé lucía un jersey en el que se podía leer “Futura Olímpica”.
Juntas vivieron aquel campeonato en el que Felix batió el récord de medallas en el evento (dieciocho, trece de ellas de oro).
Pero ni la impresionante colección de metales de su larga trayectoria impidió a Felix tener que hacer una denuncia pública por lo que consideró una discriminación intolerable.
Sus seis oros olímpicos en atletismo parecían haber pasado a un segundo plano cuando comunicó su embarazo a la marca deportiva Nike, que le ofreció un contrato a la baja en ese 2018, algo que ella denunció después en un artículo en The New York Times.
“Han contado historias que las atletas sabemos que son verdad, pero tenemos demasiado miedo de decir públicamente: si tenemos hijos, tenemos el riesgo de que nos recorten (dinero) de nuestros patrocinadores durante nuestro embarazo y después”, escribió Felix en el NYT.
“Es un ejemplo de una industria deportiva donde las reglas están hechas mayoritariamente por hombres”, agregó.
Allyson Felix se unía así a otras voces como las de las atletas Alysia Montano y Kara Goucher, que también habían denunciado algo similar.
“El beso de la muerte”
Felix se refirió en su artículo a la percepción que se tiene en el atletismo de que un embarazo es “el beso de la muerte” para una carrera exitosa en el caso de las mujeres atletas.
Ante el revuelo generado, Nike tuvo que comprometerse públicamente a no hacer discriminaciones contra las atletas que decidan ser madres.
La propia Felix había tenido miedo en un primer momento al saber que iba a tener un bebé. Su carrera sufriría un parón y quizás no podría reengancharse al tren olímpico hacia Tokio.
Mantuvo inicialmente su embarazo en secreto, hasta el punto de que por sus ausencias se llegó a pensar que estaba lesionada o muy baja de forma.
Sigue la agenda de los mexicanos que compiten en Juegos Olímpicos de Tokio 2020
El nacimiento de Camryn demostró al mundo que no era así.
Unos meses después, tras la polémica con Nike, Allyson Felix era la imagen del triunfo en Doha-2019 con sus dos títulos mundiales, el logrado en el relevo 4×400 metros mixto y el conseguido en el relevo 4×400 metros femenino.
“Felicidades a Allyson Felix por su impresionante logro. Las mujeres son increíbles”, le escribió tras su primer oro en Doha, en un mensaje en Twitter, la actriz oscarizada Reese Witherspoon, a la que la atleta le respondió diciéndole que ella también era “una increíble mamá”.
Allyson Felix es historia viva del deporte y una leyenda del atletismo. Pero por encima de todo, insiste, es la mamá de Cammy.
“Es increíble cómo te cambian las prioridades cuando eres madre. Cammy es realmente lo más importante ahora”, insiste.
EAM