Este martes saldrá a subasta una primera edición de El llano en llamas que es una colección de 15 cuentos escritos por Juan Rulfo, en su mayoría inéditos, algunos ya habían aparecido en la Revista América, Revista Antológica y Pam, donde se publicó Nos han dado la tierra.
Esta es una serie del Fondo de Cultura Económica que se limitó a 2 mil ejemplares que fue publicada en 1953 y se dice que El llano en llamas propició el nacimiento de la joya de la literatura universal Pedro Páramo misma que consagró al escritor jaliscience como una de las grandes plumas mexicanas y como un representante del realismo mágico.
Para Rodrigo Agüero, gerente del departamento de libros de la casa de subastas Morton, la importancia de este tipo de ventas, es colocar al libro en el lugar que le corresponde.
“Y en este caso una obra tan importante como El llano en llamas porque fue un compromiso del autor por representar la sociedad en la que vivió, que era este México cuya Revolución mexicana había de cierta manera fracasado, no hubo reparto agrario, las condiciones sociales cada vez eran más desiguales. Tener un libro de estos insertos en este contexto histórico, es muy importante para cualquier coleccionista porque se recupera un poco de la memoria documental de nuestro país”, dijo a 24 HORAS.
La primera edición se terminó de imprimir en septiembre de 1953, en los 15 cuentos que poblaron las páginas de este clásico de la literatura, se pueden percibir los intereses temáticos de un escritor solitario y misterioso. Comala, un poblado que en realidad se encuentra en Colima, aparece ya como el pueblo al que Rulfo atribuye poderosas fuerzas como el dolor, la muerte, la desesperanza, la pobreza y los misterios que rodean la inexistencia de los hombres.
“Ya son pocos los coleccionistas que se interesan por este tipo de joyas literarias. Sin embargo, cada vez hay más jóvenes que se están educando y retomando, en cierta forma, este legado de coleccionistas que contaban con grandes bibliotecas en su época y que a la fecha se han donado a bibliotecas públicas.
“Así que esta manera de recuperar la memoria por medio de los coleccionistas es otra forma de preservación y no solamente las instituciones gubernamentales tengan esta batuta, sino que los particulares lo hagan, lo que consideramos como un deber social el no perder la memoria para las futuras generaciones”, agregó Agüero.
Hoy en día las grandes bibliotecas de particulares son cada vez menos. Y este tipo de joyas literarias son, según el experto de la casa de subastas Morton, son celosamente custodiados como un tipo de moneda de cambio para tener liquidez y comprar otro que sea de interés del coleccionista.
“Este libro está en perfecto estado de conservación. El único detalle que vale la pena mencionar, es que le falta la cubierta original que fue ilustrada por Elvira Gascón, ya que en esos entonces estas cubiertas eran realizadas en un papel no tan durable lo que dificulta el tenerlos en perfecto estado que también es una de las cosas que han cambiado ya que el papel que se utilizaba entre los siglos XVII y XIX es que era papel de algodón, mientras que con el cambio de celulosas evolucionó el tipo de coleccionismo, en especial en el siglo XX”.
El llano en llamas atraviesa con una brutal delicadeza las condiciones de vida de los campesinos de aquellas épocas y es, sin duda, un legado estilístico de uno de los autores más aclamados de las letras nacionales.
El ejemplar que a golpe de martillo se ofertará este marte se incluye en el lote 136 y cuyo precio de salida se conocerá en el momento de la subasta, pero está valuado entre 20 y 24 mil pesos, y brinda la oportunidad de explorar la concepción de una de las obras más relevantes del autor.
LOTE SUI GÉNERIS
En la subasta de este martes, habrá más libros y fotografías, parte de la colección de una biblioteca mexicana que por cuestiones de confidencialidad Rodrigo Agüero no reveló el nombre del propietario.
Pero en ellas sobresale una serie de fotografías de la boda de Jorge Negrete y María Félix, hechas por el fotoperiodista Juan Guzmán, anexadas al lote 61; una fotografía panorámica de Hugo Brehme, una primera edición de la recopilación de Las leyes de Indias; una libro importante de geometría publicado en Gran Bretaña; La orquesta, un diario del siglo XIX que relataba y a la vez se mofaba de cierta manera, de la realidad social y de los políticos de la época.
A ello se añade una carpeta con nueve foto serigrafías de Gabriel Figueroa, personaje muy importante en la construcción de la identidad nacional del siglo XX, además de libro muy importante dentro de la bibliofilia mexicana, y México y sus alrededores que retrata el México del Siglo XIX que hoy nos causa cierta nostalgia e inquietud conocerlo.
“Dejando un poco de lado el romanticismo por las obras, estos son valores totalmente de una apreciación económica que con el tiempo va en aumento. No solo es la obra por lo que contiene, sino que también llegan a ser relevantes en ese sentido económico, aunque no por esto, todo libro antiguo va a tener un valor económico, muchas veces es más el valor sentimental que las personas le imprimen.
“Deben de cumplir con ciertas características como rareza, primera edición, importancia para que también tengan un valor económico superior, porque no todo libro antiguo lo tiene. La bibliofilia es una pasión muy fuerte, debes tener un gran amor a los libros para apreciarlos y más en México que no es un país lector”, finalizó el gerente del departamento de libros de la casa de subastas, Rodrigo Agüero.
DATO
El llano en llamas atraviesa con una brutal delicadeza las condiciones de vida de los campesinos de aquellas épocas y es, sin duda, un legado estilístico.
“La bibliofilia es una pasión muy fuerte, debes tener un gran amor a los libros para apreciarlos y más en México que no es un país lector”
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