Extrañamente, López Obrador está pidiendo, desde hace dos años, que se organice una consulta de revocación de mandato en su contra. La ley dice que para activarla se necesita la firma del 3% (unos 2.8 millones de ciudadanos) de la lista nominal nacional. Pero además, este total debe incluir el 3% de las listas nominales locales en, al menos, 17 de las 32 entidades. No es una tarea sencilla.

Entonces surge una duda: si la oposición no busca las firmas, ¿entonces López Obrador movilizará a la base morenista del país para juntar firmas en su contra? Este asunto suena extraño porque lo es. Algo huele raro. Por otro lado, si se llegara a activar, la consulta de revocación sería en marzo de 2022; es decir, tres meses antes de las elecciones de ese año, en las que se juegan seis gubernaturas.

Pero cuando uno se mete a los detalles de la ley, se da cuenta por qué la pide con tanto interés. La realidad es que la consulta de revocación de mandato es una trampa obradorista, por una simple razón: es inganable. En otras palabras, bajo las condiciones actuales, López Obrador no la puede perder. Y él lo sabe.

La ley de revocación dice que se requiere una participación del 40% de la lista nominal nacional (unas 37.5 millones de personas). Este era el umbral necesario para la fallida consulta popular de hace unos días. Y en aquel ejercicio, con todo y la publicidad ilegal, apenas votaron 6.6 millones. El pensar que participarían más de 37.5 millones para sacar a un presidente con 60% de aprobación, es ilusorio.

Además, de estos 37.5 millones, la mitad más un voto tendrían que ser por la salida de López Obrador. De nuevo, algo bastante irreal bajo condiciones actuales. Por eso el presidente sabe que no puede perder. Por eso quiere la consulta. Para tener una victoria política unos meses antes de las elecciones de 2022, sobre todo tras el fracaso de la mal llamada “consulta contra expresidentes”.
Para él, lo único relevante es decirle a la oposición, “Ven, hice la consulta y ni así me pudieron sacar”. ¿Esto habla de un líder nacional que está más enfocado en vendettas políticas que en solucionar problemas? Sí, pero eso ya lo sabíamos.

@AlonsoTamez

LEG