La historia de los casinos en México
Actualmente, los mexicanos buscan los mejores casinos online que existan en el país. Esto ocurre porque se ha vuelto uno de los públicos más exigentes dentro de América Latina. Pues bien, ¿cómo han llegado a este punto? Lo cierto es que todo comenzó en 1966, cuando llegó a la sociedad mexicana un proyecto controversial.
En ese año, se buscaba fomentar el turismo para mejorar la economía. Por lo tanto, se quisieron implementar “casas de juego”, comúnmente conocidos como casinos. En ese entonces, la ley no los contemplaba de forma legal, por lo que las autoridades querían buscar la forma de regular los mecanismos de juego.
Para eso, se mejoró la Ley Federal de Juegos y Sorteos. Allí se empezaron a generar las reglamentaciones necesarias para que los jugadores cuenten con los mecanismos de seguridad básicos, no solamente para que sus informaciones personales estén resguardadas, sino también para evitar los lavados de dinero.
En su momento, una de las principales críticas era que los casinos en el mundo podían servir como fuentes para evadir dinero proveniente de ámbitos turbios, como el narcotráfico. Por ende, la ley buscó ser lo suficientemente estricta como para tener información constante de las operaciones, pero sin ser intrusiva con las empresas que querían invertir en el país.
Los jugadores de México
Es importante tener en cuenta que existían muchos casinos en línea que estaban complicados en términos de cantidad de usuarios, ya que la gente todavía no tenía demasiadas referencias sobre la apertura y fiabilidad de estas plataformas. Sin embargo, todo cambió cuando algunos casinos físicos prestigiosos, como Caliente, decidieron abrir sus medios digitales.
Es decir, si bien las empresas físicas contaban con la fiabilidad de siempre, esto no siempre ocurría con las casas virtuales. Por eso, la aparición de empresas prestigiosas que incorporaron o mejoraron sus sistemas virtuales provocaron el aumento del juego online, ya que dieron certezas a los jugadores que estaban acostumbrados al formato físico y tradicional de siempre.
Esto empezó a atraer a un público novedoso, que es el joven. Si bien el rango etario oscilante entre los 18 y los 30 años visitaba los casinos, era más habitual ver a adultos e incluso ancianos que apostasen su dinero en algunas máquinas. Las nuevas generaciones, que crecieron con Internet, visitaban estos establecimientos, pero con menor frecuencia.
No obstante, cuando los jugadores en México descubrieron plataformas a través de Internet, empezaron a registrarse y a enamorarse de los servicios. Con bonos de bienvenida, promociones diarias y distintos sistemas de bonus, hay quienes prefieren esta modalidad antes que la 100% física.
Lo cierto es que el hecho de que México sea una de las potencias en los juegos de azar se generó a través del tiempo. Seguramente, con el correr de los años, esta tendencia será cada vez más positiva.