Hace 20 años un niño ruso llamado Boriska Kipriyanovich salió al mundo mediático para asegurar que había sido residente del planeta Marte, sus declaraciones vuelven a tomar relevancia gracias a que investigaciones constantes alrededor de este planeta han confirmado datos que el joven dió.
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Boriska nació en 1996, a los dos años de edad comenzó a leer y pronto fue considerado como un “niño índigo”, pequeños que presentan un estado de evolución superior al de los humanos comunes, debido a que sus declaraciones demostraron que dominaba temas de astrofísica y astronomía.
Entre sus declaraciones se encuentran la de su supuesta reencarnación después de una guerra nuclear acontecida en marte, en la que aseguró que hubo sobrevivientes; anécdotas de su vida como piloto donde realizaba visitas a la Tierra en viajes comandados por la Fuerza Aérea marciana, además de conocer la existencia de “Lemuria” un continente que formaria parte de la Tierra.
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Ante el furor que ha causado esta situación periodistas rusos han tratado de contactar al joven, que hoy tendría 25 años de edad, sin éxito. Nadie conoce el paradero de Boriska, ni el de su madre por lo que se especula una desaparición forzada o que el joven está siendo estudiado por las autoridades rusas.