Foto: AFP Once mujeres señalaron que Andrew Cuomo las tocó en contra de su voluntad. Él lo negó. Brittany Commisso salió del anonimato de la denuncia y Kathy Hochul tomará el cargo.  

Ni el mismo presidente Joe Biden se ha salvado, en Estados Unidos, de ser señalado por comportamientos inapropiados hacia mujeres, él tuvo que pedir, aunque tímido, la renuncia del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, luego de los demoledores testimonios de al menos 11 mujeres que lo señalaron por haberlas tocado o besado sin su consentimiento.

La mención de Biden sobre el tema, que lleva meses en el centro de la discusión política y de justicia de género en EU, llegó el martes 3 de agosto, y la renuncia de Cuomo, de 63 años, se concretó ayer.

“Me he familiarizado demasiado con la gente. Mi sentido del humor puede ser insensible y desagradable”, dijo en su discurso para anunciar su renuncia, “en mi mente nunca he cruzado los límites con nadie, pero no me di cuenta de hasta qué punto se han redibujado los límites. Hay cambios generacionales y culturales que no aprecié del todo”.

Hace apenas un año era elogiado por su gestión de la pandemia de Covid-19, y Biden lo reconoció de nuevo ayer, por lo que se dijo triste por la decisión.

Cuomo, que entregará las riendas a la vicegobernadora Kathy Hochul, también demócrata, ya había negado las acusaciones de acoso sexual mencionadas en un informe publicado la semana pasada por la oficina de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, quien, por cierto, también sonaba para ocupar el cargo. Se defendió hasta el final.

“El informe decía que yo había acosado sexualmente a 11 mujeres”, dijo Cuomo, “ese fue el titular que la gente escuchó y vio. La reacción fue de indignación. Tenía que serlo. Sin embargo, también era falso”.

El gobernante, cuyo padre Mario también fue mandatario de Nueva York, fue elegido en 2010 y ganó fácilmente la reelección en este estado fuertemente demócrata en 2014 y 2018. El político se describió a sí mismo como un luchador: “Mi instinto es luchar a través de esta controversia porque realmente creo que tiene una motivación política”.

El paso lo dio, dijo, para no consumir al Gobierno.

CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS

Pasado es destino: caso Eliot Spitzer

El caso Cuomo recordó el de Eliot Spitzer, también gobernador de Nueva York en 2007-2008, y quien también debió renunciar debido a un escándalo relacionado con temas de abuso sexual.

Dejó el cargo solo dos días después de la revelación de que era un cliente habitual de prostitutas de alto rango. El día que lo anunció lo hizo con su esposa Silda a su lado, y Spitzer se dijo arrepentido.

“Lamento profundamente no haber estado a la altura de lo que se esperaba de mí. A todos los neoyorquinos y a todos los que creyeron en lo que intenté defender, les pido disculpas sinceras”, declaró a las cámaras.

Se trató de un final humillante para la carrera del hombre una vez conocido como Mr. Clean, durante ocho años fiscal general de Nueva York.

Luchó contra el crimen organizado y fue conocido como “el sheriff de Wall Street” por tomar medidas enérgicas contra comerciantes sospechosos. Se le acusó de gastar decenas de miles de dólares en prostitutas, canalizando el dinero a través de varias cuentas bancarias.

El día que dio la cara no abordó las acusaciones, pero reconoció que había actuado mal: “Siempre he insistido en que las personas, independientemente de su posición o poder, asuman la responsabilidad de su conducta y no puedo ni pediré menos a mí mismo”.

… Y ahora, una mujer llega al cargo

Como un “efecto secundario” del evento Cuomo, resultó que Nueva York tendrá, de manera histórica, aunque lamentable por el origen del caso, su primera mujer gobernadora.

El saliente líder entregará las riendas a la vicegobernadora Kathy Hochul.

Desde la Casa Blanca, la vocera Jen Psaki declaró, más bien en tono frío, que esperaban “trabajar con ella y con una variedad de funcionarios de Nueva York para continuar brindando ayuda a la gente”.
LEG