Afganistán
Foto: AFP En la ciudad de Herat, niñas regresaban a la escuela; en las inmediaciones del aeropuerto de Afganistán, había protestas.  

La vida empieza a recuperar su pulso en Kabul, pese al miedo. La mayoría de comercios estaban cerrados por una importante fiesta religiosa, y muchos afganos se congregaban frente a las embajadas, a raíz de rumores sobre posibilidad de obtener visa o asilo.

Sin embargo, en la ciudad de Jalalabad, al este, los talibanes dispararon al aire cuando los habitantes protestaron contra el remplazo de la bandera afgana por la del movimiento extremista, según un medio local, y hubo personas golpeadas y tres muertes, según algunos medios locales y agencias independientes. Asimismo, en videos que circulaban en redes también se podía ver a varios hombres llorando en el interior de una casa.

A pesar de la mano conciliadora que extendió el Talibán en Afganistán al tomar el control del Estado, en el país hay señales que muestran lo contrario, poca tolerancia e incluso eventos de violencia.

Mientras Estados Unidos y otros países occidentales continúan las evacuaciones de sus diplomáticos y de afganos que trabajaron con ellos, desde Washington el país denunció que los talibanes están violando su promesa de permitir el acceso de afganos al aeropuerto de Kabul, donde ayer también se produjeron roces, aunque ya no se ven las escenas del lunes pasado, con cientos de personas intentando abordar los aviones de EU y de la OTAN.

Una buena señal, sin embargo: Niñas vestidas con túnicas negras y hiyabs (velos) blancos se agolparon en los salones de clase de la ciudad de Herat, en el oeste de Afganistán. Cuando la escuela abrió sus puertas, las estudiantes se apresuraron por los pasillos, parecían ajenas al alboroto que se ha apoderado del país en las últimas dos semanas. La escena era inimaginables para muchos tras el regreso de los radicales.

Ayer por la tarde, el principal general del Pentágono, el jefe del Estado Mayor Conjunto de EU, Mark Milley, dijo que no hubo nada que pudiera predecir la velocidad con la que los talibanes tomaron el control de Afganistán cuando retiró sus fuerzas del país.

Rostros de mujeres fueron rayados en Kabul; en la ciudad de Herat, niñas regresaban a la escuela; en las inmediaciones del aeropuerto había protestas, y en Irán hubo marchas de mujeres el pasado lunes.