Tímidas marchas o manifestaciones dispersas por varias ciudades de Afganistán han surgido durante la semana, luego que el domingo se consolidara la toma del poder por parte de los talibanes.
Este jueves, en el marco de su celebración de Independencia, ciudadanos salieron a las calles ondeando la bandera nacional, pese a que el movimiento talibán promueve la propia, y otros grupos protestaron contra la llegada al poder del nuevo régimen, recordado por su crueldad y autoritarismo.
La periodista afgana Shabnam Dawran informó que le fue impedido trabajar en su emisora de televisión, y solicitó ayuda mediante un video en redes.
Vistiendo un hiyab y mostrando su tarjeta de periodista, la presentadora de noticias afirmó: “nuestras vidas están amenazadas”.
Dawran, quien ha trabajado como periodista durante seis años para la cadena estatal afgana RTA, señaló esta semana que se le impidió acceder a su oficina, en tanto sus colegas hombres pudieron hacerlo.
Además, la resistencia se organiza en el aislado valle del Panshir (noreste de Kabul), liderada por el vicepresidente Amrullah Saleh y el hijo del comandante Ahmad Masud, el emblemático líder antitalibán fallecido, reveló este jueves el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov: “Los talibanes no controlan todo Afganistán. Hay informaciones que llegan del Panshir, donde se concentran las fuerzas de la resistencia del vicepresidente Saleh y de Ahmad Masud”.
PERO HAY UNA LISTA NEGRA
Al tiempo que toma forma una probable fuerza disidente, los talibanes intensifican la búsqueda de personas que trabajaron con las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN, según un documento confidencial de Naciones Unidas, que advierte sobre tortura y ejecuciones contra estas personas y sus familias… pese a la oferta de perdón de los radicales.
El informe -proporcionado por los consultores de evaluación de amenazas de la ONU y consultado por la agencia AFP-, dice que los talibanes tienen “listas prioritarias” de individuos que quieren arrestar.
Según el documento, corren más riesgo quienes desempeñaron funciones importantes en el Ejército, la Policía y las Unidades de Inteligencia afganas.