Este sábado al medio día, se llevó a cabo la misa de cuerpo presente en la capilla de la unidad habitacional Potrerillo Uno, donde fue velado desde el viernes.
Le acompañaron familiares, amigos y compañeros comunicadores de la zona.
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Ahí el sacerdote que ofició la misa, externó que con el homicidio de Jacinto Romero, una vez más la libertad de expresión, se ve coartada.
Una vez terminada la eucaristía, el cortejo fúnebre se enfiló hacia el cementerio ubicado en la cabecera municipal, acompañado de aproximadamente 200 personas.
Las canciones que le gustaban a Jacinto Romero, lo acompañaron hasta su última morada.
Fue en el cementerio, donde también lo acompañaron compañeros del medio periodístico, quienes demandaron una vez más el esclarecimiento de este asesinato, el número 25 en Veracruz.
LDAV