El calentamiento global aumentó la probabilidad y la intensidad de las inundaciones, con devastadoras consecuencias, en Alemania y Bélgica en julio, causando más de 200 muertos y miles de millones de euros en daños, según un estudio publicado el martes.
La aparición de un fenómeno tan extremo en estas regiones ha sido hasta nueve veces más probable debido al calentamiento inducido por la actividad humana, con al menos 20% más de probabilidad. El cambio climático también ha “aumentado la cantidad de lluvia durante un día entre un 3% y un 19%”, según científicos de World Weather Attribution (WWA), que agrupa a expertos de varios institutos de investigación de todo el mundo.
Este es el segundo estudio que apunta claramente al calentamiento en los desastres naturales, con devastadoras consecuencias, que se han multiplicado este verano. La WWA ya había calculado que la “cúpula de calor” que asfixió a Canadá y el oeste de Estados Unidos a fines de junio habría sido “casi imposible” sin los efectos del cambio climático.
A principios de agosto, los expertos en clima de la ONU (IPCC) también alertaron de la situación en un informe que ponía de manifiesto un calentamiento global todavía más rápido y más fuerte de lo que se temía, lo que amenazaba a la humanidad con desastres “sin precedentes”.
El umbral de +1,5 ºC, objetivo ideal que no debe superarse según el Acuerdo de París, podría alcanzarse alrededor de 2030, es decir, 10 años antes de lo previsto o habrá devastadoras consecuencias.
Los efectos devastadores (sequías, incendios o inundaciones) ya se están sintiendo en todo el mundo. El 14 y 15 de julio, las fuertes inundaciones causadas por lluvias torrenciales mataron al menos a 190 personas en Alemania y a 38 en Bélgica.