Jóvenes, mujeres y adultos mayores, han recibido la dosis de AstraZeneca, luego de que en la región el virus ha cobrado muchas vidas
Foto: 24 Horas Quintana Roo Jóvenes, mujeres y adultos mayores, han recibido la dosis de AstraZeneca, luego de que en la región el virus ha cobrado muchas vidas  

Como desde hace 15 años, la enfermera Verónica Pérez Gálvez se dispone a ir a trabajar al ejido Chanjalé y Salchiji, comunidad enclavada en las montañas de la zona alta de Tapachula, Chiapas. Pero hoy la luz del alba de la región del Soconusco pinta distinto, se mezcla con la ilusión y la esperanza porque sus pacientes por fin accedieron a aplicarse la vacuna contra el Covid-19.

En un vocho color negro mate, y acompañada de su hijo de seis años y Rut Beli Victorio, compañera de oficio, Verónica llegó a la red de frío de Tapachula. Además de enfermera, es promotora de la Secretaría de Salud de Chiapas y su conocimiento del territorio le permite liderar la cuadrilla que traslada el biológico AstraZeneca a Chanjalé y Salchiji, hogar de indígenas Mam, que por mitos e infodemia se habían negado a inocularse. 

ESPERANZA Y FIESTA

Dos horas de camino y en la cima de una montaña, con el impresionante volcán Tacaná al fondo, Verónica dio inicio a la vacunación con 200 dosis disponibles.

Adultos mayores, acompañados de sus nietos, mujeres con sus pequeños lactantes en brazos y diversos grupos de jóvenes hicieron que la aplicación del biológico fuera una verdadera fiesta de salud.

Para la enfermera Verónica la inoculación en Chanjalé y Salchiji fue de “gran beneficio”, pues la pandemia ha cobrado muchas vidas, por lo que, aunque laboró en un día fuera de su jornada, para ella esto no significó un sacrificio.

“Estábamos preocupados porque no queremos que se contagien y se hospitalicen, por eso no es un esfuerzo levantarme temprano entre semana, sobre todo porque al inicio dijeron que no por todo lo que se escuchaba”, relató.

La inoculación en la región se logró gracias a mesas de trabajo con los Comités delegaciones, autoridades del municipio y del encargado de la Brigada Correcaminos en el Soconusco, Eduardo Rubiera.

“En un principio la comunidad no quería aceptar la vacuna por algunas noticias y cadenas que circulan en redes sociales, pero después de varias pláticas accedieron. La respuesta ha sido positiva, porque desde temprana hora los pobladores vinieron, y nos da gusto porque fueron de todas las edades, desde adultos mayores hasta jóvenes de 18”, detalló Rubiera.

El representante de la Brigada Correcaminos en el Soconusco señaló que era importante llevar el biológico a Chanjalé y Salchiji debido a que muchos pobladores no cuentan con los recursos para trasladarse a la cabecera municipal de Tapachula, en donde se han instalado sedes de inoculación.

CITA:

“Me gratifica mucho estar aquí y ver que la comunidad con la que llevo conviviendo 15 años tomó la buena decisión de vacunarse”, Verónica Pérez Gálvez, Enfermera. 

AR