Mick Jagger y Charlie Watts
Foto: Tomada de Twitter El recién fallecido Charlie Watts le propinó un derechazo a Mick que lo dejó viendo estrellitas  

La leyenda ha partido, Charlie Watts, el ahora cuasi mítico baterista de los Rolling Stones ha dejado tras de sí una estela de historias que se van ventilando o recordando conforme pasa el tiempo.

Entre la banda roquera, aquella que gusta de recordar con una buena cerveza o un whisky los “chismes” de sus iconos, empieza a cobrar relevancia la vez que Watts le atestó un tremendo golpe a Mick Jagger, cuando éste buscaba afanosamente a “su baterista”.

Cuentan las anécdotas, que medios como la BBC recogen y que han sido publicadas en libros como “Vida” de Keith Richards (2010) y en “Under their thumb” de Bill German, el celebre editor del fanzine Rolling Stones, que Charlie osó darle un puñetazo a Mick en 1984.

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La tremenda pelea tuvo lugar en Ámsterdam, cuando la banda discutía si debían seguir juntos o separarse tras décadas de girar juntos, algo común entre grupos de todos los calibres.

Cuando la discusión se tornaba agridulce Mick tuvo la osadía de refutar a Watts diciéndole que nada de lo que pasaba debía importarle pues él era “su baterista”.

En el momento, el celebre Watts se mantuvo estoico y optó, como buen inglés, por retirarse a la habitación donde se hospedaba en algún lugar de los Países Bajos.

En el libro de Bill German se lee que Watts al parecer no logró conciliar el sueño y a altas horas de la madrugada, quizá en la misma noche, se levantó y fue a tocar con el puño cerrado en el cuarto en el cual se encontraba Mick.

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Cuando el vocalista le abrió, Charlie le dio un puñetazo directo a la mandíbula que lo mandó directamente al interior de la habitación: “No soy tu baterista, tú eres mi cantante”, le dijo para, después, retirarse tranquila y lentamente a descansar.

La versión de Keith Richards difiere un poco de la anterior pues según el guitarrista él y Mick agarraron la fiesta en fechas similares al relato de German y cuando regresaron al hotel el vocalista comenzó a gritar a los ocho vientos “dónde está mi baterista”.

Todo parecía tranquilo y la guarapeta seguía cuando Mick levantó la bocina de un teléfono para hablar a la habitación de Charlie y gritar lo mismo: “Dónde está mi baterista”, sin recibir respuesta.

Según Keith, minutos después alguien tocó a la habitación. Cuando abrieron la puerta vieron tras de ella a Watts, vestido con un elegante traje negro, quien fue directamente a plantarse frente al vocalista.

“Nunca me vuelvas a llamar tu baterista”, gritó Charlie para propinarle instantáneamente un puñetazo que dejó a Mick  perplejo y anonadado.

La historia demostraría que las rencillas quedarían solucionadas para la eternidad… En su cuenta de Facebook de Mick Jagger aún está “colgada” la imagen de un sonriente Watts a manera de homenaje eterno.


FF