El presidente Andrés Manuel López Obrador llegará a su tercer Informe de Gobierno con diversas promesas incumplidas en materia de seguridad, salud y combate a la pobreza.
Sobre la estrategia contra el crimen organizado, el 15 de enero de 2020 el mandatario se impuso un plazo fatal -al 1 de diciembre de ese año- para reducir los índices de violencia en el país.
A nueve meses de cumplirse esa fecha, y según las cifras acumuladas hasta junio pasado, 91 mil homicidios dolosos y feminicidios se han cometido durante la administración de López Obrador.
Dicha cifra rebasa a las estadísticas registradas en el mismo periodo -previo al tercer informe- durante los sexenios de Enrique Peña Nieto (55 mil 103) y Felipe Calderón (32 mil 597), donde sólo se contabilizaban los homicidios dolosos.
Los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reflejan que también han aumentado delitos como robos, en sus diversas modalidades, violaciones y lesiones dolosas.
A su vez, la Comisión Nacional de Búsqueda indica que en el país permanecen desaparecidas 90 mil 34 personas. Y según un informe reciente presentado por la organización Nuestros Desaparecidos, 52 mil cadáveres están en fosas comunes o morgues, en calidad de desconocidos.
López Obrador ha cambiado de postura, y en sus últimas intervenciones sobre el tema de seguridad ha señalado que es el principal desafío de lo que resta a su sexenio.
“Si no terminamos de pacificar a México, por más que se haya hecho, no vamos a poder acreditar históricamente a nuestro Gobierno”, dijo el 15 de julio pasado.
También reconoció que sus adversarios se “frotan las manos” y se burlan de que “he dicho que ‘abrazos, no balazos’ y vamos a demostrar que funciona, no soy partidario de la ley del talión, no nos podemos quedar chimuelos y tuertos todos, la paz es fruto de la justicia, es un enfoque nuevo”, aunque las cifras de violencia siguen al alza.
PENDIENTE, ABASTO DE MEDICAMENTOS
En el rubro de salud, el jefe del Ejecutivo no ha logrado cumplir una de sus principales promesas: erradicar el desabasto de medicinas en los hospitales del país y que, a mitad de su sexenio, existiera en México un sistema médico similar al de los países nórdicos.
Al asumir el poder, el 1 de diciembre de 2018, presentó 100 compromisos para cumplir en el corto plazo, uno de los que todavía están catalogados como en proceso es el 13, sobre “garantizar a los mexicanos atención médica y medicamentos gratuitos”.
“Comenzaremos en las unidades médicas del Seguro Social ubicadas en las zonas más pobres. Poco a poco se irá ampliando el programa hasta que logremos, a mediados del sexenio, establecer un sistema de salud de primera, como en Canadá o en los países nórdicos”.
Entre las principales acciones realizadas por el Gobierno actual está la desaparición del Seguro Popular y la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), así como la firma de un convenio con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) para gestionar la compra de medicamentos y que se termine con el desabasto.
En octubre de 2020 se firmó un primer convenio por 32 mil millones de pesos; sin embargo, ante el retraso en la entrega de los fármacos, 24 HORAS publicó que el Gobierno emitió al menos otros 892 anuncios de compras de insumos por parte del IMSS, ISSSTE, Sedena, la Marina y hospitales.
A pesar de las críticas de diversos sectores, entre ellos los padres de niños con cáncer, se pretende seguir con el mismo modelo hasta el final del sexenio, y en julio pasado, ratificó el acuerdo con la UNOPS, con el cual se comprometió a entregar 141 millones de piezas de medicamentos mensuales por los próximos 12 meses.
POBREZA, AL ALZA
Respecto al combate de la pobreza, a pesar de que cada año el Gobierno federal invierte 300 mil millones de pesos en programas de Bienestar, las personas en condiciones de marginación aumentaron.
Según la última medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en los últimos tres años (2018-2020) -dos correspondientes a la gestión de López Obrador- las personas en pobreza pasaron de 51.9 a 55.7 millones; es decir, de 41.9% a 43.9%.
El 6 de agosto pasado, el Presidente dijo que la pandemia dejó afectaciones económicas, pero rechazó el análisis del órgano autónomo. “No acepto, tengo otros datos, la gente está recibiendo más y aun con la pandemia la gente tiene para su consumo básico y algo más importante: no han perdido la fe”.
Con promesas incumplidas en seguridad, salud y política social, tras rendir su tercer informe de Gobierno, el jefe del Ejecutivo iniciará la segunda mitad de su mandato.
LEG