Este lunes concluyó la primera etapa de la instalación del nuevo Emirato Islámico de Afganistán, con la retirada de tropas extranjeras, trabajadores que auxiliaban las misiones de los países de la OTAN y de los mismo afganos que coadyuvaron con los objetivos de este gran cuerpo occidental. Ahora comienza una segunda fase de la transformación no solo del país medio oriental, sino de la región, y uno de los primeros pendientes es definir la situación y nueva realidad de la diáspora afgana.
En menos de un mes, más de 123 mil personas (entre ciudadanos afganos y aliados) abandonaron el país oriental, temerosos ante la llegada del nuevo régimen talibán que ha prometido ser más “permisivo” con respecto al anterior mandato (1996-2001).
Más de 25 países han recibido al éxodo afgano tras la llegada del Talibán, entre señales de apoyo y apertura… pero ahora deberán evaluar qué condiciones ofrecen para reconstruir su vida.
“La capacidad de Europa para acoger (refugiados) es limitada y sin una cooperación sólida no se puede hacer nada.
Los países vecinos quedan involucrados antes que Europa (…) Significa que hay que ofrecer a esos países apoyo financiero”, declaró el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, anticipándose a una oleada migrante que se espera lleve a medio millón de afganos -según estimaciones de la ONU-, a salir del territorio durante este mismo año.
Afganistán está rodeado por cinco países, tres son ex repúblicas soviéticas: Tayikistán, Turkmenistán, Irán y Pakistán, además de Uzbekistán, por donde atraviesa la ruta elegida por algunos para llegar al Viejo Continente.
“Huir a veces no sólo es el último recurso, sino también la única opción que tiene la gente para sobrevivir y disfrutar de los derechos humanos más fundamentales”, recordó Kelly Clements, Alta Comisionada adjunta de la agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), al presentar el plan regional de preparación e intervención para los refugiados afganos.
Respecto a las personas que aún buscan salir del territorio, Alemania, Francia, el Reino Unido y el propio Estados Unidos aseguraron haber recibido garantías por parte de los talibanes que “cualquier ciudadano extranjero o afgano con una autorización de viaje emitida por nuestros países, podrá hacerlo de manera segura y ordenada”.
PREOCUPAN LOS QUE SE QUEDARON
“No los olvidaremos”, declaró este martes el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, refiriéndose a quienes no lograron ser evacuados hasta el 30 de agosto, cuando se cerró el puente aéreo.
Aseguró que los aliados mantendrían la presión diplomática sobre los talibanes para permitir que los afganos restantes y sus familias, que trabajaron para ayudar al esfuerzo occidental y ahora se sienten en riesgo, abandonen el país.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
CLAVES DEL EXILIO
238, 800
solicitudes de asilo afganas registradas hasta 2020
2, 200, 000
afganos ya estaban en Irán y Pakistán antes de 2021
200
ciudadanos estadounidenses permanecen en Afganistán
Biden también celebra y felicita a los soldados
El presidente estadounidense reiteró ayer: “Esta es la decisión correcta. Una decisión sabia. Y la mejor decisión para Estados Unidos”. Joe Biden no ha reculado en su tesis y propuesta de campaña, sacar a sus tropas del país tras 20 años de una guerra fallida.
Washington lideró una coalición internacional que invadió Afganistán en 2001 para derrocar al entonces régimen talibán por su negativa a entregar al líder de la red islamista Al Qaeda, Osama bin Laden, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, en Estados Unidos.
Desde Washington, Biden aseguró que están en marcha las operaciones para sacar de Afganistán a los estadounidenses que no lograron salir durante las evacuaciones (situación que comparte con otros aliados), aproximó que el número de rezagados oscila entre 100 y 200 nacionales.
“Para los estadounidenses que permanecen allí no hay una fecha límite. Seguimos comprometidos a sacarlos si quieren salir”, aseveró.
Sus declaraciones no frenaron ahí, reafirmó la postura que se tomará ante el Estado Islámico-Khorasan (EI-K), el grupo yihadista que mató a 13 soldados estadounidenses en un atentado suicida en el aeropuerto de Kabul. “Aún no hemos terminado con ustedes”, lanzó el mandatario a manera de amenaza de forma pública.
LEG