Los principales partidos de oposición de Venezuela apenas anunciaron su participación en las elecciones de alcaldes y gobernadores de noviembre, rompiendo tres años de boicot y llamados a la abstención por falta de garantías. Esto sucede a unos días de que se vuelvan a sentar a negociar el régimen de Nicolás Maduro y la oposición.
Darle un lugar como autoridad, fue la primer concesión de la disidencia hacia el Gobierno, confirmar que estarán en las boletas fue la segunda, apuntó Alejandro Motta, director de la maestría en Comunicación Política de la Universidad Panamericana:
“La negociación es un reconocimiento no dicho por parte del gobierno interino a Maduro como interlocutor. Eso tiene un costo político, pasaron dos años y medio construyendo un discurso y ahora están como al principio, conversando con el Gobierno”.
La oposición se marginó de cualquier ejercicio electoral desde 2018, cuando Maduro se reeligió, en medio de una campaña calificada de fraudulenta y que dio pie al reconocimiento del líder opositor Juan Guaidó como Presidente encargado.
Sin embargo, agrega el también consultor político de origen venezolano, este es solo un primer paso hacia la estrategia a largo plazo de buscar, mediante referéndum, la expulsión del chavista de la silla presidencial.
“La construcción política a futuro se puede lograr con un primer referéndum revocatorio, en el que a partir de la mitad del periodo se puede solicitar”, detalló, “si eso se celebra, el Tribunal Electoral lo reconocería, eso está en la Constitución, pero para que eso se dé primero se deben tener territorios ganados, gobernadores, alcaldes (…) para tener líderes que movilicen el tablero político”.
Un tema central en la mesa de este fin de semana será la confirmación de que los inconformes con el régimen participarán en el ejercicio del 21 de noviembre, cuando se renovarán todos los cargos ejecutivos y legislativos de las 23 entidades federales y a los 335 alcaldes del país. Otro será la flexibilización de sanciones por parte de Estados Unidos, la disposición del chavismo para la entrada al país de ayuda humanitaria y la liberación de presos políticos, precisó el académico en entrevista.
La primera cita de negociación fue facilitada por Noruega y concretada en México durante los días 14 y 15 de agosto. A ella asistieron la delegación oficialista, encabezada por el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, y la opositora Plataforma Unitaria de Venezuela, representada por el abogado Gerardo Blyde. Esto con el objetivo de poner fin a la crisis política y económica que vive el país de 28 millones de habitantes y que se vio agravada con la pandemia del coronavirus.
FRASE
“Si pasa lo que se espera, que Maduro pierda terreno y la oposición promueva el revocatorio, 2022 sería un año muy interesante para Venezuela”
Alejandro Motta
Analista y consultor político
LEG