chinampas
Foto: Jefté Arguello La familia de Ariel cuenta con 25 terrenos en la zona chinampera, algunos con estructura de invernadero  

En el pueblo de San Gregorio, Xochimilco, sobrevive un sistema de cultivo prehispánico a pesar del paso de los siglos: se trata de la chinampa, donde se siembran hortalizas y flores, incluyendo las tradicionales cempasúchil del Día de Muertos.

En esta tierra ganada al agua, como en los tiempos de los mexicas, Ariel Páez González se levanta todos los días a las cuatro de la mañana para revisar los cultivos de hortalizas que dan sustento a su familia desde hace tres generaciones.

Infografía: Xavier Rodríguez

“Soy chinampero de San Gregorio, producimos hortalizas y una gran variedad de lechugas, rábanos, acelgas, betabeles, y también del tipo cherry. Esto empezó con mi bisabuelo y ahora le enseño a mis hijos. Tenemos la infraestructura para seguir cultivando”, narra a 24 HORAS mientras sostiene un rábano recién cosechado en la mano, que quizá será enviado a algún negocio local, la Central de Abasto o al sureste del país.

Lo único que lamenta el agricultor es que la calidad del agua de los canales de Xochimilco ha cambiado significativamente con los años (actualmente contiene agua tratada), por ello utiliza repelentes alternativos para el control de plagas, como picante, ajo, hierbas y aceites naturales… y sólo usa químicos cuando las plagas se complican.

“En caso de que nos rebase una plaga, hay que aplicar repelente, es válido, pero se debe aplicar con responsabilidad, nos recomiendan que usemos la dosis baja”, dijo.

La familia de Ariel cuenta con 25 terrenos en la zona chinampera, algunos con estructura de invernadero.

Desde la época prehispánica las chinampas se han formado con capas de lodo, estacas y cañas entrelazadas mediante las raíces de ahuejotes, árboles que son plantados en las orillas de las chinampas para evitar que la tierra se desmorone en los canales de Xochimilco.

Los ahuejotes, especie endémica del Valle de México expanden sus raices de forma horizontal, y en las orillas de la chinampa forman una barrera natural contra la erosión, mientras que sus ramas protegen del Sol y el viento a los cultivos.

LEG