Un estadounidense que se convirtió en uno de los invasores emblemáticos del Capitolio en enero, con sus tatuajes a la vista y su look con cuernos de búfalo, se declaró culpable este viernes de intrusión ilegal y conducta violenta ante un tribunal federal de Washington.
Jacob Chansley, “chaman” autoproclamado y adherente a las teorías complotistas de QAnon, fue detenido algunos días después de la invasión al Congreso.
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Arriesgaba 20 años de prisión, pero con este reconocimiento de culpa su pena sería de entre 41 y 51 meses de prisión, menos los ocho que ya pasó tras las rejas, según la fiscal Kimberly Paschall.
“No tiene antecedentes criminales, no se complotó, no fue violento” durante el asalto, aseguró durante la audiencia por videoconferencia su abogado Albert Watkins, que pidió que su cliente espere el fallo en libertad.
El abogado destacó que Chansley sufre desde hace varios años de “trastornos de personalidad” que se vieron agravados por un período de detención en aislamiento.
El juez Royce Lamberth indicó que decidirá posteriormente una posible liberación. La sentencia se conocerá el 17 de noviembre.
El hombre fue parte de la multitud de partidarios del expresidente Donald Trump que invadió el Capitolio el 6 de enero para tratar de impedir que los legisladores validaran la victoria de Joe Biden en la elección presidencial.
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Chansley se decía “soldado” de QAnon, un movimiento complotista que tiene a Trump como su héroe y que celebró como un triunfo la invasión del Capitolio.
Cinco personas resultaron muertas durante o poco después del ataque al Capitolio de los Estados Unidos.
EAM