Brooklyn en la décadas de los 70´s y 80´s fue una de las ciudades de Nueva York que registraba altos niveles de inseguridad y fue ese Brooklyn en el que Michael K. Williams creció.
Hijo de padre norteamericano y madre bahameña, tuvo una juventud un tanto marcada por problemas con la autoridad dentro de un contexto agresivo y violento, sin embargo tuvo la fortuna de cruzarse con el National Black Theatre (Teatro Nacional Negro) que afortunadamente fue lo que evitó que cayera en prisión.
Según los registros, tuvo un modesto empleo en la farmacéutica Pfizer, pero fue la danza y “Rhythm Nation 1814” de Janet Jackson, lo que lo motivó a abandonar la escuela y claro su empleo, para incursionar a los 22 años como bailarín profesional para artistas como Mandonna y George Michael.
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A los 25 años tuvo un altercado dentro en un bar de Jamaica Avenue, que le dejó una prominente cicatriz en su frente resultado de un navajazo que, con el tiempo, se convirtió en sello estético de su imagen resultando bastante atractivo para los reflectores.
Para 1996, se cruzó con Tupac Shakur, quien le dio su primer papel importante para su carrera como actor en la película Bullet, interpretando al hermano y secuaz de Tank, capo de la droga de Shakur.
Luego de afianzar su carrera comenzó a tener algunas participaciones recurrentes en shows como Alias, de J. J. Abrams, CSI, La ley y El Orden, Boston Legal, The Sopranos. Trabajó también con directores como Dan Harmon, Martin Scorsese y Quentin Tarantino, aunque con este último no logró consumar su colaboración.
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En 2002 llegó su papel más icónico y por el que quizá será recordado Omar Devone Little en la serie estadounidense The Wire. Personaje ficticio basado en la vida de Donnie Andrews el asesino y eventualmente artista que terminó en por ser consultor para el desarrollo de la serie.
Sobre su vida personal hay muy poco que decir, pues a lo largo de su carrera procuró evitar hablar con los medios de ello, únicamente se sabe que tuvo un hijo llamado Elijah, pero no se sabe quién es la madre del menor,
La temprana muerte de Michael K. Williams deja en pausa permanente una carrera que se veía aún promisoria, que se interrumpe por tan abrupta caída y que dejará hueco en todos aquellos seguidores de su trabajo, que es sin duda de gran valor.
DCN